Luka Modric mostró la indignación de los jugadores del Clásico con el colectivo arbitral y con los protocolos de fútbol en Estados Unidos.
El de Zadar fue el primero que se dirigió al árbitro del partido, antes del parón por la tormenta eléctrica, y señalaba el descontento de los futbolistas antes de ir directos al interior de los vestuarios.
Modric lideraba las protestas
«Vamos a jugar… Nos nos importa que llueva», le decía Modric al colegiado. El árbitro, con una señal clara con el dedo, enviaba a los jugadores a la caseta y paraba durante 1 hora el Clásico en Nueva Jersey. En los banquillos estaban Ancelotti y Flick conversando con los árbitros sin llegar a entender la situación.
Cabe señalar que el choque quedaba suspendido justo en un momento en el que ni llovía. A posteriori, en Nueva Jersey cayó una buena tromba de agua y dio la razón a esas mismas autoridades que frenaban el Clásico de verano.
El enfrentamiento entre el Real Madrid y el FC Barcelona en Nueva Jersey se llevó a cabo a pesar de una alerta meteorológica, hasta que en el minuto 13 del partido, una fuerte tormenta eléctrica obligó a su interrupción. Aunque inicialmente se esperaba que las tormentas previstas afectarían el inicio del encuentro, el partido comenzó según lo programado.
Alerta sonora de las autoridades y partido parado
Las autoridades de Nueva Jersey, a través de un mensaje de texto, emitieron una alerta sonora informando sobre la suspensión del partido debido a la tormenta eléctrica. Este tipo de aplazamientos no es inusual en esta pretemporada, ya que hace tres días, el partido entre el Barça y el Manchester City también experimentó un retraso de hora y media por condiciones climáticas adversas. La meteorología está causando estragos en el calendario de partidos en Estados Unidos.
Tanto las autoridades locales como los organizadores del evento están tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los jugadores y los aficionados. Se monitorean continuamente las condiciones meteorológicas para poder tomar decisiones rápidas y bien fundamentadas.
Además, se ha implementado un plan de contingencia en caso de que las tormentas impidan la continuación del partido. Según este plan, el partido no se reanudaba hasta que hayan pasado al menos 30 minutos sin que se registre una tormenta en las cercanías del MetLife Stadium.
Este tipo de medidas son cruciales para proteger a todos los involucrados y asegurar que los eventos deportivos puedan llevarse a cabo de manera segura. Mientras tanto, los aficionados se mantenían informados sobre posibles cambios en los horarios de los partidos debido a las condiciones meteorológicas variables.
La seguridad sigue siendo la prioridad principal en estos eventos, y tanto los organizadores como las autoridades están comprometidos a velar por ella en todo momento. Algo que sucedió al cabo de una hora tras la interrupción volviendo al juego en el césped.

