Vinicius Júnior marcó un auténtico golazo en el Bernabéu y lo celebró, a lo grande, quitándose la camiseta y dejando un gesto único: no enseñó su nombre, enseñó el escudo del Real Madrid.
Vinicius se exhibió y demostró que es el mejor jugador del mundo. El brasileño hizo un partido descomunal ayer en el Santiago Bernabéu, un recital de fútbol que se recordará durante mucho tiempo.
Vinicius marcó un hat-trick antológico. Cuando peor lo estaba pasando el Madrid, el partido se fue al descanso con 0-2 en el marcador y con una pitada de la afición al equipo por la pésima primera mitad que habían hecho. Pero tras el paso por los vestuarios, todo cambió y Vinicius se echó el equipo a la espalda, contagiando a todos sus compañeros.
En dos minutos empataron el partido: en el 60 marcó Rüdiger y en el 62 empató Vinicius. Ahí ya nadie dudaba de que el Madrid iba a remontar el partido, y Lucas Vázquez marcó el tercero en el minuto 83.
Vinicius redondeó el marcador con dos obras de arte que darán la vuelta al mundo, y el de São Paulo demostró que es el mejor jugador del mundo en este momento; no hay quien le pare.
Al marcar el quinto gol, demostró su humildad: al quitarse la camiseta, cualquier jugador habría mostrado su nombre, pero Vinicius mostró el escudo del Real Madrid. Sin duda, lo del brasileño es madridismo puro.
Como dijo al final del partido en los micrófonos de Movistar: «Quiero estar muchos años aquí», comentó. Pese a lo que digan algunos que solo buscan enredar, no hay ni habrá opción a irse a Arabia Saudí y él mismo se encargó de disipar las dudas.
El próximo Balón de Oro llega en plena forma al Clásico del próximo sábado en el Santiago Bernabéu frente al Barça, y demuestra que lleva el madridismo en la sangre con gestos como el de ayer.
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