El Real Madrid marcó el 2-0, con un golazo de Rodrygo, al volver del túnel de vestuarios y lo hizo de una manera rápida, muy fugaz, en una nueva jugada individual muy destacada.
En el 1-0 no apareció Rodrygo Goes como protagonista, pero en el 2-0 sí. Y lo hizo de manera fantástica marcando un golazo antológico.
Le cerraban dos defensores y Rodrygo recortaba para, a posteriori, ajustársela con la rosca al guardameta de Pachuca y poner brecha en el electrónico. El golazo, eso sí, llegó con mucho suspense. El árbitro iba a revisar en el VAR la posición de Jude Bellingham ante la posibilidad de interferir en la visión del portero y estar en posición ilegal.
El de Birmingham se agachó, pero no tapó en absoluto la visión del arquero en ese disparo de Rodrygo. El colegiado lo anunció por megafonía, con absoluta claridad, al asegurar que para él «no interfiere en la visión del portero» y que el gol era legal.