La tarde perfecta de Kylian Mbappé solo se la amargó Quintero González privándole del hat trick. Pese a todo, el Real Madrid exhibe poderío y ya es el nuevo líder de la competición doméstica.
El Real Madrid disfrutaba cómodamente, desde su sofá, de la jornada liguera de este sábado. En horario de tarde palmó el Atlético en Leganés (1-0) y en horario de noche hizo lo propio el FC Barcelona en Getafe (1-1) dejándose una oportunidad de recortar diferencias en el liderato. Los merengues sabían de la importancia que tenía la visita de la UD Las Palmas al Bernabéu… y cobraba relevancia con el paso de las horas. Los madridistas estaban obligados a sacar los tres puntos y volver al liderato.
Diego Martínez, tras ya haber asaltado Montjuïc, salía con Cillessen, Marmol, Álex Suárez, Javi Muñoz, Moleiro, McKenna, Sandro, Kirian, Álex Muñoz, Herzog y Fábio Silva. Por su parte, Ancelotti apostaba por un once con novedades obligadas como la baja de Vinicius por sanción. Courtois, Lucas, Asencio, Rüdiger, Fran García, Valverde, Ceballos, Bellingham, Brahim, Rodrygo y Mbappé eran los once elegidos para salir de la partida en La Castellana.
La UD Las Palmas quería plantear batalla, como hizo en la Ciudad Condal, y en apenas 25 segundos ya se puso por delante. Fábio Silva, en el segundo palo, empujaba a gol un centro de Sandro y revolucionaba las pulsaciones del madridismo. Sin Vinicius, con Bellingham renqueante desde la Supercopa y con Rodrygo y Brahim en el tridente, a Mbappé le tocó tirar del carro. Y a la que empezó a oler sangre firmó su mayor exhibición desde que es madridista.

El de Bondy empezó empatando el partido arreglando las situaciones del pasado. Mbappé asumía galones para tirar un penalti claro de Sandro sobre Rodrygo (en el minuto 18) y batía a Cillessen para poner el 1-1. En el 33′, el Real Madrid marcaba el 2-1, aunque no fue obra del galo. Mbappé probó fortuna desde lejos e hizo estirarse a Cillessen para que en el rechace, Lucas conectase con Brahim y anotase el tanto de la remontada.
La tensión inicial por el gol de Las Palmas quedaba disipada por la ilusión que daba a todos los madridistas ver, por fin, esa versión de liderazgo de Kylian Mbappé Lottin. El 3-1 sí que fue suyo, al oler la sangre, y acabar de poner tierra de por medio en el marcador. Un golazo de altura, con gran definición, que dejaba a todos con ese halo de esperanza de poder disfrutar de una versión superlativa de su gran estrella. Al descanso se pudo ir con un hat trick, pero Quintero González lo evitó yendo al VAR y anulándole ese tercer gol de la tarde.

La segunda mitad empezó con una tónica muy parecida al final de la primera. El Madrid, en modo insaciable, busca ganar y gustar en el Bernabéu. Bellingham perdonó el 4-1 en un mano a mano ante CIllessen, pero Rodrygo no. El 4-1 era cuestión de tiempo y subía al electrónico tras la combinación Mbappé-Fran García-Rodrygo.
El VAR volvía a escena, esta vez para algo justo, para revisar una cartulina amarilla de Benito por transformarse en De Jong y pensar que Lucas Vázquez era Xabi Alonso. La roja, clarísima, la cantó el Bernabéu al ver repetida la acción en el majestuoso marcador 360º. Las Palmas se quedaba con diez y el partido, daba la sensación, se les podía hacer demasiado largo. Al igual de justo que fue anular el gol de Bellingham por fuera de juego de Rüdiger en el primer centro. O en el fuera de juego del golazo de Valverde que era el 5-1.
El Real Madrid, pese a todo, más líder que nunca y goleando al son de Kylian Mbappé. Además de vivir el regreso de David Alaba al más alto nivel. Tarde redonda de fútbol en el Bernabéu… y a pensar en la Champions League.

