En una semana marcada por la polémica arbitral tras el partido en Cornellà-El Prat frente al Espanyol, el club blanco ha decidido endurecer su postura, según han explicado desde el propio seno merengue en las últimas horas.
En un movimiento contundente, el Madrid envió una carta a la RFEF y al CSD exigiendo un cambio radical en el CTA, dejando claro su descontento con el sistema actual.
La Real Federación Española de Fútbol había convocado a todos los clubes de Primera y Segunda División a una reunión este jueves para tratar asuntos arbitrales. En un principio, el Madrid fue el primero en confirmar su asistencia, pero tras lo ocurrido el pasado sábado frente al Espanyol, ha dado un giro drástico y ha decidido no acudir. Desde la directiva blanca han comunicado a la Federación que consideran poco útil asistir a un encuentro donde, según ellos, no hay intención de cambiar nada.

Postura firme ante el CTA
Sobre la mesa, se discutirán temas clave como la relación con los colegiados, los nuevos formatos de competición —incluidas las primeras fases de la Copa del Rey— y el reparto financiero de los ingresos federativos. El Madrid, sin embargo, se mantiene firme en su postura: no piensa sentarse a negociar mientras los mismos dirigentes sigan al frente del CTA.
Desde la Federación esperaban la presencia del Real Madrid, pero el club blanco ha decidido dar un golpe en la mesa y no acudir. La mayoría de los clubes de Primera y Segunda División han confirmado su asistencia, pero el Madrid insiste en que estas reuniones son inútiles si no hay voluntad real de cambio.
Con la tensión en su punto más alto, el club blanco considera que el sistema arbitral está viciado y que urge una renovación total en el estamento arbitral. La guerra sigue abierta.
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