Según Carrusel Deportivo, la Fiscalía pide 4 años de prisión a los ultras que colgaron el muñeco de Vinícius en un puente.
El Ministerio Público los acusa de delito de amenazas y violación de derechos fundamentales y libertades públicas. Los hechos ocurrieron la temporada pasada antes del partido entre Atlético de Madrid y Real Madrid en el Cívitas Metropolitano.
Unos ultras colgaron un muñeco con la cara de Vinícius en la M-30, en un claro acto de racismo y violencia. Dentro del estadio, el brasileño sufrió todo tipo de insultos racistas. Al parecer, la policía ya ha identificado a los ultras atléticos y los ha puesto a disposición de la fiscalía, que les solicita 4 años de cárcel en lo que sería una sanción ejemplar para disuadirlos de cometer este tipo de comportamientos racistas que no tienen nada que ver con el deporte.
El deporte debería ser una fuerza unificadora en lugar de dividirnos. Si esta sentencia se efectúa finalmente, serviría como advertencia para que otros lo piensen dos veces antes de tener actitudes racistas. Desafortunadamente, no ha sido este el único acto racista que ha sufrido Vinícius.
Intolerable
La temporada pasada en Mestalla tuvo que soportar todo tipo de insultos, incluso antes de entrar al estadio, con unos cientos de aficionados imitando el grito de los primates y otros tipos de insultos que no vamos a reproducir por respeto. Dentro del estadio, los insultos continuaron y el brasileño decidió detener el partido. El árbitro lo convenció para que continuara jugando, pero sorprendentemente lo expulsó.
Y esta temporada, en el Sánchez Pizjuán, un aficionado sevillista fue captado haciendo gestos imitando a los primates, el club localizó al individuo y lo expulsó como socio. Bien por el club andaluz, así es como todos los clubes deberían proceder con los aficionados que no sepan comportarse, expulsándolos permanentemente para que personas así no entren en ninguna instalación deportiva.
En los tiempos en los que estamos, es intolerable juzgar a las personas por su color de piel. Todos debemos acabar con estas acciones racistas que perjudican tanto al fútbol español y dan una mala imagen fuera de España.
Afortunadamente, son solo unos pocos, pero por el bien del deporte debemos erradicarlos de los estadios deportivos. Los primeros en involucrarse deben ser los clubes, ayudando a la justicia y poniendo fin de una vez por todas al racismo. En este caso, Vinícius ha sido la víctima, pero no debemos permitir que le pase a nadie más por el bien del fútbol y del deporte en general. Debemos educar mucho, comenzando por los niños, dejándoles claro que este tipo de actos no tienen cabida en la sociedad.
Foto: Reuters
