La jornada de Liga tenía un claro propósito a nivel arbitral: quitarle el liderato al Real Madrid. El escenario era absolutamente propicio… y fue justo lo que se intentó desde el primer momento. Primero en El Sadar y, posteriormente, en Montjuïc.
Munuera Montero se erigió como el gran protagonista del partido en Pamplona. Al Real Madrid le privó de cuatro penaltis y remató la función señalando uno de Osasuna en una jugada residual, además de previamente expulsar por roja directa a Bellingham por decirle «te estoy hablando con respeto, jo***». Un escándalo que se preveía insuperable.
Nuevamente, en can Barça volvieron a hacer realidad la ficción. Vieron como lo que sí que se pita en un área no se señala en otra. Justo así se puede entender que señalase un penalti claro, el que le hacen a Iñigo Martínez, al igual que el que cometió Cubarsí a Pathé Ciss y Héctor Fort por un sendo agarrón de camiseta más que clarividente a Mumin.
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— Rayo Vallecano (@RayoVallecano) February 17, 2025
Antes del penalti que le hizo Cubarsí a Ciss hubo otra jugada conflictiva que se decantó por el mismo lado. Un fuera de juego absolutamente inexistente del Rayo Vallecano en la acción que debió suponer el 1-1 antes del tiempo de descanso.
Melero López, arropado por Diaz de Mera en la sala VOR, culminó lo que inició Munuera Montero. El Barça ya es líder. Objetivo cumplido.