El Real Madrid rotó como nunca… y sacó la victoria de siempre. El guion salió perfecto. Endrick sigue tocado por la «varita» y su gol permite ir con ventaja a la vuelta que se disputará en el mes de abril en el Santiago Bernabéu. Los blancos salen con un resultadón en Anoeta dentro de un calendario asfixiante para todos.

El 4-4 entre Barça y Atlético de Madrid abrió el espectáculo de las semifinales de Copa del Rey… y hoy era turno del Real Madrid y de la Real Sociedad. En el imponente Reale Arena, ambos se vieron las caras en la ida – la vuelta será en el Bernabéu – y el partido no decepcionó a nadie. Ya en Liga se vio un espectáculo digno de admirar y en la competición del K.O no iba a ser menos.

Carlo Ancelotti apostó por más rotaciones de lo esperado. El de Reggiolo dejó en tierra a Courtois, Valverde y Mbappé, además de dejar en el banquillo a piezas como Rodrygo, Modric o Lucas Vázquez. Las suplencias de los dos últimos citados provocaron ver a Vinicius Jr. (ese futbolista que da pesadillas en la prensa patria) como capitán del Real Madrid. Hoy, por tanto, se le permitía protestar.

Del resto del once titular: Lunin en la portería, Asencio en el lateral, Tchouaméni como central, con Camavinga, Fran García en la rotación y, a su vez, con Endrick y Arda Güler como titulares. La Real Sociedad con Take Kubo como máxima baza, el nipón jugó hoy y cumplirá sanción frente al Barça en Liga. El ambiente era de postal para vivir un partidazo copero.

Ese ambiente espoleó a los de Imanol en un inicio en tromba. Lunin tuvo que aparecer, a las primeras de cambio, para tapar una acción de Take Kubo, mientras que acumulaba muchas pérdidas de balón en los primeros minutos de encuentro. La Real salía a morder y el Real Madrid esperaba que se gastase la gasolina de los locales.

Eso ocurrió en el minuto 18, por medio de una genialidad, en la que el Real Madrid encontró petróleo con un pase en largo, profundo, del Jude Bellingham más «zidanesco» para asistir al Endrick más «O Fenómeno». La jugada era para ponerla en el Prado. Una asistencia magistral y una definición sublime. Eso le dio la pequeña ventaja al Real Madrid.

El gol de Endrick a la Real Sociead
Endrick abrió la lata en Donosti

Pudo ser mayor, minutos después, si Vinicius hubiese transformado la oportunidad que tuvo. Un Vini que se antojaría como absoluto protagonista, junto a un Lunin que salvaba todo lo que llegaba a su portería, por ser objeto de un posible penalti en el 34′ y por ver cómo Sánchez Martínez activaba el protocolo antes de ir a vestuarios por insultos emitidos desde la grada que iban dirigidos hacia Raúl Asencio.

El segundo tiempo empezó con los mismos protagonistas. Lunin totalmente salvador, agigantándose, y al contragolpe Endrick podía crear brecha, pero solo el larguero le privaba del gol. El choque estaba precioso, con alternativas, y daba la sensación que un gol lo cambiaba todo. Uno de los txuri urdin les metía de lleno en la eliminatoria y otro del Real Madrid lo dejaba visto para sentencia.

Ancelotti movió el banquillo al inicio de la segunda parte (Lucas por Asencio) pero sorprendía al quitar a Endrick y poner a Alaba en un movimiento extraño, con el 0-1, sentando en el banquillo a uno de los MVPs del encuentro en Anoeta.

Podían pasar muchas cosas y no pasó nada. Una versión excelsa de Lunin y otra de Remiro dejaron el marcador abierto, de cara a la vuelta, aunque dándole ligera ventaja al Real Madrid. El segundo asalto se producirá en el mes de abril y decidirá quién accede a la gran final copera.

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Periodista deportivo con más de 10 años de experiencia en redacción de artículos online. Llevando la dirección de varias páginas. También con experiencia narrando partidos de fútbol en varias emisoras de radio y cubriendo eventos en directo.

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