El Real Madrid se prepara para el partido de ida de los octavos de final de la Champions contra el Atlético de Madrid en el Bernabéu, en un momento especialmente delicado tras la derrota 2-1 ante el Betis en el Benito Villamarín, uno de los peores encuentros de la temporada.
Ancelotti admitió en la rueda de prensa que, con ese nivel de juego, sería imposible vencer al Atlético, y el equipo llega al derbi con un desgaste físico evidente.

Situación de los apercibidos
El conjunto blanco se enfrenta a la disputa con la baja de Bellingham por acumulación de tarjetas y, además, cuenta con cinco jugadores apercibidos: Camavinga, Modric, Endrick, Tchouaméni y Rüdiger. Estos avisos podrían complicar la estrategia de Ancelotti, ya que cualquier nueva sanción en el partido podría costarles la presencia de alguno en la siguiente eliminatoria.

Por otro lado, el Atlético llega con sólo dos jugadores apercibidos, Correa y Giménez. En el caso de este último, central uruguayo, se trata de su segunda sanción; si acumula otra tarjeta, se perdería el partido de vuelta en el Bernabéu.
Sin embargo, el ciclo de tarjetas se reinicia al finalizar los cuartos de final, lo que dejaría a todos los jugadores limpios de aquí a semifinales. La prioridad para ambos equipos es proteger a sus estrellas y evitar ausencias en la final.
El papel de Clément Turpin
El árbitro designado para el encuentro será el francés Clément Turpin. En los cinco partidos que ha dirigido esta temporada en la Champions League, Turpin ha mostrado un total de ocho tarjetas amarillas.
