Kylian Mbappé fue el gran protagonista del Real Madrid-Leganés y lo hizo dando el nivel con dos golazos que levantaron al respetable madridista.
El primero fue al estilo Sergio Ramos, tirándolo a lo Panenka, para batir a Dmitrovic ante la atenta mirada de todos sus compañeros.

Uno de los que no dudó ni un segundo sobre lo que haría el de Bondy, tal vez hablado previamente en el vestuario, fue Jude Bellingham. El de Birmingham sonreía justo cuando Mbappé se iba a preparar para armar la pierna desde los once metros.
Mbappé se desquitó de sus errores fatales desde el punto de penalti y tomó la responsabilidad total para ejecutar el que forzó Arda Güler en uno de los pocos ataques claros en el primer tiempo del encuentro disputado en el Bernabéu ante los pepineros.

