El Bernabéu, templo de los milagros a lo largo de toda su historia, necesita uno de magnitud mayúscula de cara a la vuelta de cuartos de final de la Champions League. De Londres se llevó un durísimo correctivo (3-0, doblete de Rice y gol de Merino) y necesita marcar tres goles, no encajar ninguno, para empatar la eliminatoria y forzar la prórroga. El rey de Europa está contra las cuerdas.
Carlo Ancelotti mandó el mensaje al vestuario: «¡Ganamos, eh!», y esa era la gran clave: ganar o ganar. Cierto es que la eliminatoria se decidirá en 180 minutos (o más) y con la vuelta en el Santiago Bernabéu. Pero es igual de cierto saber que tras el batacazo ante el Valencia había una máxima urgencia para ganar y para convencer. La tónica fue parecida a la del partido ante los ché. 3-0. Y ahora en la vuelta se necesita el mayor de los milagros para seguir peleando por la 16ª.
El de Reggiolo sacó a Alaba, entre algodones con un vendaje en su pierna izquierda, y lo colocó en el lateral para taponar esos peligrosos centros de los gunners de los que hicieron hincapié en los primeros minutos de agobio en la contienda. El Arsenal se volcó con intensidad, con un pressing moldeado por Arteta y creando dificultades al Real Madrid.
Courtois tuvo que palmear un córner que iba directo a portería y él mismo aseguraba que el descontrol imperaría en el Emirates Stadium y tocaba estar con máxima serenidad para no salir escaldados de inicio. El caos llegó a Modric que fallaba pases fáciles y la presión del Real Madrid, de salida, era muy impar y descontrolada. Thomas Partey probaba disparar ante Courtois en el minuto 12 y obligaba al belga de realizar una segunda atajada.
San Courtois… y a los golpes
El Arsenal acumulaba más del 60% de balón, todas las transiciones rápidas, y los merengues buscaban su espacio en el partido tratando de esperar en bloque medio-bajo para salir arriba en la primera línea de presión y tratar de buscar algún contragolpe. Lo más parecido a una ocasión llegó en el minuto 24′, tras una recuperación de Vini que finalizó Mbappé disparando alto de la meta de Raya, aunque la jugada hubiese sido revisada por fuera de juego. En el 31′ tuvo otra y poco a poco parecía que cambiaba la inercia del juego y el Madrid aplacaba el dominio inicial de los ingleses. Nada más lejos de la realidad.

El Arsenal pasó de esa posesión y dominio de inicio a proponer un choque de golpes. En el minuto 36 tuvo otra con un centro de Saka que se paseó y no encontró rematador de milagro. Courtois aparecía para quitársela a Declan Rice y a Martinelli en una doble ocasión al borde del descanso.
El Madrid empieza bien, pero golpea Rice… y con doblete de falta
Los de Arteta la tuvieron antes de llegar al descanso y los de Ancelotti gozaron de una gran oportunidad en la vuelta (minuto 50) con un disparo de Mbappé que se fue al lateral de la red. Cuando parecía que la situación se apaciguaba, en el minuto 57, Declan Rice ejecutaba de manera magistral un lanzamiento de falta directa que se colaba dentro de la portería de Courtois con una rosca perfecta pegada a la cepa del poste. El anglosajón ponía en pie a todo el Emirates Stadium.

El Arsenal apretó el acelerador, oliendo sangre, y aprovechó la verbena de la defensa madridista con una salvada espectacular de Alaba en boca de gol y un paradón salvaje de Thibaut Courtois ante un disparo a bocajarro de Mikel Merino. El Madrid sufría en el verde y Arteta sabía que para llegar con opciones a la vuelta le tocaba exprimir al máximo sus opciones en la ida. Para ellos un 2-0 no era lo mismo que un 1-0 y un 2-0 no era lo mismo que un 3-0. La noticia era que en el 68′ los blancos estaban vivos y no salían escaldados de Londres.
Durísimo correctivo del Arsenal
En el minuto 70, Declan Rice repetía el golazo que acababa de anotar y marcaba un tanto impresionante en el Emirates Stadium. Otra vez a balón parado, otra vez un golazo imparable para Courtois. El primero fue por superar por fuera a la barrera y el segundo fue un tanto tremendo que quitó las telarañas de la escuadra.
Esa noticia de no salir escaldado duró muy poco. En el 74′ se pusieron 3-0 por medio de un disparo de Mikel Merino del que nada pudo hacer Courtois. El Madrid estaba sobre la lona, K.O y bordeando un duro correctivo en Inglaterra. No fue a más y esa es quizá la mejor de las noticias.

