El FC Barcelona se llevó la Copa del Rey con un gol agónico de Jules Koundé en un gran partido de fútbol. Pudo ganar cualquiera de los dos y fueron los de Hansi Flick los que se llevaron el gato al agua. Hasta ahí, nada que decir. Lo peor llegó a posteriori.
Ricardo De Burgos Bengoetxea pitó el final del partido y Gavi fue directo a celebrar en la cara de Asencio; Raphinha hizo un amago de lo mismo con Fede Valverde, que le frenó en seco, mientras que fue el propio 6 del Barça quién sacó una bandera con el logo de «antimadridista», ni corto ni perezoso, en la celebración de los jugadores del Barça.
No supieron ganar
El club que pagó durante 17 años al vicepresidente de los árbitros volvió a dar la nota, una vez más, también en las victorias. Los azulgranas prosiguieron su celebración y su figura, Lamine Yamal, con apenas 17 años declaraba que daba igual los goles que iban a encajar ya que eran muy superiores al Real Madrid: «Le dije a Araujo que daba igual si nos marcaban uno o dos goles porque este año no pueden con nosotros», dijo el joven futbolista presumiendo de valores en unas declaraciones que en caso de firmarlas Vinicius pedirían su deportación.
El vestuario del Real Madrid ha dicho basta
Ayer ganó el Barça y lo aceptan, pero está claro que en el vestuario del Real Madrid tampoco son ajenos a esa ristra de provocaciones de los azulgranas. En el Bernabéu dicen basta y las palabras de Aurélien Tchouaméni en su Instagram stories también lo acreditan.

«Celebran nuestras derrotas como si no fuéramos a ganar otra vez. Volveremos», apuntó el francés sobre esas provocaciones del Barça. Algunos como Valverde o Bellingham también tiraron de orgullo madridista en las propias reacciones tras el pitido final.
«Volvió a pasar. Y seguramente volverá a pasar muchas veces más, porque es el camino que estamos construyendo y es normal que uno caiga después de tantos kilómetros Me entristece, me genera bronca, impotencia. Siento que les fallo.
Está siendo un año complicado, física y mentalmente muy duro, pero un día fui claro; ‘hasta que no me den más las piernas’. Este club no merece menos. Volveremos, seguiremos y ahí estaré dejando todo por el respeto que merece el Madrid, su gente y todo lo que conlleva jugar en el equipo más ganador de la historia», escribió Fede Valverde en su Instagram.
Sin olvidar el cabreo monumental que tenían Rüdiger, Lucas Vázquez o el mismo Bellingham que acabaron viendo la roja en el Clásico de la Copa del Rey.