El Real Madrid se enfrentó al Celta de Vigo, tras saber que el Barça hizo los deberes en Valladolid, y tenía la necesidad de sacar los tres puntos en el Bernabéu si no quería ver la opción de ese alirón azulgrana en caso de ganar el Clásico de Montjuïc.

El primer tanto llegó en el minuto 33 y fue obra de uno de los futbolistas que estaba siendo más determinante en lo que se llevaba de partido y, quizá, del transcurso actual de la temporada. Arda Güler, en todo un «Harika Gol» (golazo en turco) levantó al madridismo de su asiento. Un chutazo perfilado por el que no pudo hacer nada Guaita y que abrió la caja de los relámpagos en la tormenta madridista.

El segundo fue obra de Kylian Mbappé y también de bellísima factura. Un golazo que inició Courtois, en una de sus grandes paradas, y que terminó con un remate perfecto del crack de Bondy para anotar el 2-0 en el Santiago Bernabéu antes del descanso.

Tras el descanso llegó el 3-0 con Arda Güler y Kylian Mbappé como protagonistas de la acción. Arda Güler filtró un pase tiralíneas espectacular que le dejó el camino abierto al crack francés para anotar el tercero de la tarde de fútbol.

Tras el 3-0 llegó la posibilidad de anotar el cuarto, pero se resistió y el Celta de Vigo firmó un ejercicio de resistencia en la capital de España para ponerse 3-2. Primero por medio de Javi Rodríguez y luego de Williot Swedberg para poner el miedo en el cuerpo al madridismo. El segundo de los de Giráldez merece mucho crédito de Iago Aspas por el pase ejecutado.

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Periodista deportivo con más de 10 años de experiencia en redacción de artículos online. Llevando la dirección de varias páginas. También con experiencia narrando partidos de fútbol en varias emisoras de radio y cubriendo eventos en directo.

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