El PSG impuso su ley frente al Atlético de Madrid en la jornada 1 del Mundial en Los Angeles. Los de Luis Enrique, dominando a los de Simeone en todo momento, se impusieron con un 40 con goles de Fabián Ruiz, Vitinha, Mayulu y Kang in Lee confirmando a los parisinos como uno de los grandes favoritos para alzar la primera corona mundial.
El Paris Saint-Germain ha empezado el Mundial de Clubes con una contundente declaración de intenciones: 4-0 al Atlético de Madrid en Los Ángeles. Un repaso futbolístico en toda regla. No solo por el marcador, sino por la forma. El equipo de Luis Enrique dominó de principio a fin y destapó todas las costuras de un conjunto rojiblanco superado por intensidad, calidad y ambición.
Fabián, Vitinha, Mayulu y Kang-in Lee pusieron los goles de un partido que en ningún momento tuvo equilibrio. El Atlético de Simeone, desbordado desde el primer minuto, mostró una de sus versiones más débiles en una gran cita internacional.
Un baño desde el arranque
El calor del Rose Bowl no frenó al PSG, que salió a mandar desde el inicio. Su presión alta ahogó al Atlético, que cometió errores graves en la salida de balón. El primero lo pagó caro: Fabián, tras recuperación en zona de peligro, fusiló desde la frontal para el 1-0. El segundo fue una obra de arte de Vitinha, que rompió líneas y definió con calidad antes del descanso.
Pudo cambiar la historia Griezmann con una ocasión clarísima justo antes del 2-0, pero su disparo centrado fue el preludio del castigo inmediato.
El Atlético, sin respuesta
El guion no varió tras el descanso. Aunque el Atlético pareció reaccionar tímidamente con la entrada de Koke, la realidad es que apenas inquietó a Donnarumma. Un gol de Julián Álvarez fue anulado por falta de Koke en el inicio de la jugada. Esa fue la única chispa en un mar de frustración colchonera.
Después, el caos. Mayulu, tras varios errores en el área rojiblanca, firmó el tercero. Y ya en el 90′, un penalti por mano de Le Normand, revisado por el VAR, permitió a Kang-in Lee cerrar la goleada.
El Atlético acabó con uno menos por la expulsión de Lenglet, superado en cada duelo. Sorloth falló una a puerta vacía y Oblak evitó una derrota aún mayor. Solo Barrios y Julián mostraron algo de orgullo competitivo. El resto, muy lejos del nivel que exige un torneo de este calibre.
El PSG dejó claro por qué es uno de los grandes favoritos para ganar este primer Mundial de Clubes en su nuevo formato. La versión que mostró en Los Ángeles fue la de un equipo maduro, coral y físicamente imponente. Sus centrocampistas marcaron el ritmo, sus bandas fueron imparables, y la segunda unidad —con Mayulu y Kang-in Lee— remató la faena.
