El Real Madrid de Xabi Alonso echó a andar con un triste empate en el Mundial de Clubes. Una primera toma de contacto con la que es muy pronto para tomar decisiones, pero sí se pudieron detectar algunos problemas de raíz que no son novedad en el conjunto blanco, y que vienen siendo habituales en el Real Madrid desde la etapa de Carlo Ancelotti.
El conjunto dirigido por Xabi Alonso evidenció por un lado la evidente falta de ritmo propia de un equipo que arrancó sus entrenamientos hace poco más de diez días después de casi un mes de vacaciones y de un parón de selecciones, así como también acuso el poco tiempo de planificación que el técnico tolosarra ha tenido para impregnar su huella en los jugadores. Sin embargo, los primeros 90 minutos de Xabi al mando de la nave blanca sí fueron suficientes para detectar errores que no se pueden repetir.
Los tres errores fundamentales con los que Xabi tiene trabajo por delante
Durante el encuentro frente al Al Hilal, tal y como reconoció el propio Xabi en la rueda de prensa posterior, “faltó equilibrio con y sin balón”. Pero saltó especialmente a la vista la falta de intensidad sin balón por parte del conjunto blanco, un problema que ya señaló Ancelotti durante la pasada temporada, y que terminó siendo uno de los grandes lastres del conjunto blanco la pasada temporada.
Durante varias fases del partido, el Al-Hilal tuvo más posesión que el conjunto blanco, especialmente en la primera mitad. Esto vino dado de pequeños errores en los automatismos en la presión, que se sumaron a que el trabajo sin balón tampoco fue el que Xabi había pedido a sus futbolistas, lo cual provocó que el dominio durante la primera mitad recayese sobre el conjunto árabe.
El segundo error detectado por el técnico tolosarra es otro que viene siendo un viejo conocido en La Casa Blanca, y está relacionado con la velocidad en la circulación del balón. Durante sus primeros entrenamientos, hemos podido ver cómo Xabi ha hecho especial hincapié en que sus futbolistas circulen la pelota a un ritmo altísimo, tal y como lo hacía en el Leverkusen. Algo que los futbolistas ayer no fueron capaces de plasmar sobre el verde.
Al conjunto blanco le faltaron ideas, especialmente durante la primera mitad, y la desconexión entre la medular y la zona de ataque se hizo evidente. Algo que cambió un poco con la entrada de Arda Güler al terreno de juego, pero que no fue suficiente para deshacer el empate con el que el encuentro finalizó la primera mitad. Otro aspecto en el que es pronto para sacar conclusiones debido a la falta de rodaje del conjunto blanco, pero en el que también hay trabajo por delante.
Y el tercer aspecto, al que no señaló Xabi pero sí Thibaut Courtois, está relacionado con los errores evitables que cuestan partidos. Ya durante la temporada pasada, el Real Madrid sufrió algunas derrotas por errores totalmente evitables en los que, muchas veces, se acusaba una momentánea falta de atención. Y ayer fue uno de los menos habituales en este sentido, Raúl Asencio, quien cometió un penalti evitable que permitió al conjunto saudí igualar el marcador.
Es evidente que los errores forman parte del fútbol desde siempre, pero con la concentración necesaria, ciertos errores que han costado partidos importantes pueden ser evitables para el conjunto blanco. Es cierto que Xabi aún no ha tenido tiempo para tocar ciertos automatismos intrínsecos en la plantilla, pero el encuentro de ayer fue el ejemplo perfecto de que, para ser la máquina infalible que Xabi ha prometido que será su Real Madrid, queda trabajo por delante. Ahora, la siguiente parada está clara: Pachuca.