Dos errores groseros, un PSG imponente, y un marcador que al minuto 30 ya mostraba un 0-3 brutal, irrefutable. Luis Enrique y los suyos dieron un clínic de fútbol total en el MetLife y eso le costó muy caro al Real Madrid de Xabi Alonso.
El aviso llegó antes del primer gol. Courtois, de vuelta a la titularidad, fue el único escudo en los primeros minutos. Dos manoplas suyas mantuvieron al Madrid en pie durante un suspiro. Pero era evidente: el Madrid no estaba. El PSG sí.
Luis Enrique preparó un plan quirúrgico. Replegó a su equipo sin balón, presionó arriba con inteligencia y cerró todos los pasillos interiores. Bellingham y Arda no podían girar, Valverde no encontraba el ritmo. Y entonces llegaron los errores.
Asencio, presionado, terminó regalándole la pelota a Dembélé. El robo, limpio termina en una combinación relámpago que Fabián culmina con un disparo cruzado. 0-1. Luego llegó el 0-2, esta vez, es Rüdiger quien mide mal y falla en el despeje. El balón le cae a Dembélé, que encara a Courtois, amaga una, dos veces, y fusila con la derecha.
El 0-3 fue en un contragolpe letal que destapó todas las flaquezas defensivas del Real Madrid y que terminó de reventar el encuentro en apenas media hora.