Tras el Mundial de Clubes en Estados Unidos, la plantilla del Real Madrid goza de unas vacaciones merecidas. Solo el 4 de agosto volverán a pisar Valdebebas, pero este año sorprende la ausencia de partidos amistosos oficiales abiertos al público.
Ensayos a puerta cerrada
Xabi Alonso ha optado por un enfoque discreto: en lugar de grandes giras o encuentros televisados, el equipo realizará pruebas tácticas y físicas en partidos cerrados, similares a los de temporadas anteriores. Estos ensayos permiten al cuerpo técnico afinar la presión alta, el posicionamiento defensivo y las transiciones, sin la exposición mediática ni el desgaste de los viajes.
Serán encuentros internos que no se emitirán por TV, en los que participarán todos los miembros del primer equipo y los canteranos que busquen dar el salto. En anteriores pasadas se enfrentaron a Rayo Vallecano, Getafe, Leganés… Clubes cercanos que también apuestan por esa metodología de trabajo interna.
LaLiga, primera gran prueba
Con el debut liguero ante Osasuna programado para el martes 19 de agosto, la pretemporada formal se medirá directamente en el calendario oficial. La Liga comienza el 15 de agosto, dejando apenas once días entre el retorno a los entrenamientos y el primer partido. Por eso, cada sesión en Valdebebas cobrará máxima importancia: ejercicios de táctica grupal, rondas de presión y ensayos de estrategia a balón parado serán el núcleo de la puesta a punto.

Este método refuerza la idea de que el Real Madrid puede adaptarse mejor a la competición real que a los clásicos amistosos, y pone en manos de Xabi Alonso la gestión de cargas para evitar lesiones prematuras. Solo un puñado de encuentros internos permitirá calibrar sistemas y rotaciones antes de afrontar el primer desafío oficial. Confiando, a su vez, en que la primera competición oficial servirá de termómetro real para medir su verdadero nivel.