Xabi Alonso salió en defensa de la justicia deportiva y apoyó las críticas de Jagoba Arrasate sobre las decisiones arbitrales en el Mallorca-Barça. “No me toca a mí estar comentando lo que pasa en otros partidos, pero sí que escuché lo que dijo Jagoba Arrasate. Lo explicó muy bien”, declaró el técnico blanco, citando las quejas del entrenador mallorquinista sobre una acción que terminó en gol y otras decisiones que marcaron el choque.
Arrasate, en sus palabras —recogidas íntegramente—, cuestionó la gestión de una jugada por un golpe en la cabeza que, según su versión (y la de todos, menos los azulgranas), debería haberse detenido; criticó la doble sanción disciplinaria sobre Morlanes y la expulsión de Muriqi que, a su entender, fue revisada con criterios inconsistentes desde el VAR. “Creo que lo hemos visto todos… da gol; y no lo acabo de entender”, dijo Arrasate, y Xabi vinculó su reflexión a la necesidad de claridad y coherencia en el criterio arbitral.
Coherencia en el criterio arbitral: la reclamación de Xabi
Xabi no se extendió en reproches personales contra nadie, pero sí dejó claro que comparte la exigencia de transparencia y criterio único en la interpretación de las jugadas: “Lo explicó muy bien”. El mensaje del entrenador blanco es simple: decisiones tan trascendentes como paradas por golpes en la cabeza o expulsiones deben seguir un protocolo claro y homogéneo para evitar que la competición se vea adulterada por criterios distintos según el partido o el responsable del VAR.
En la práctica, Xabi pide rigor y que los responsables arbitrales asuman la coherencia como norma. No es una petición ideológica: es una petición funcional para que los resultados deportivos no queden empañados por dudas de procedimiento.
También hay denuncia por el traslado de partidos: Miami, en el foco
La segunda parte del reproche de Xabi fue institucional y llegó al corazón de la competición: el entrenador respaldó el comunicado del club sobre el traslado del Villarreal-Barça a Miami. “Estoy muy de acuerdo con el comunicado del club. Si se cambian las reglas debe ser por unanimidad de todos los participantes. Si no, no se puede. Ahora no cabe”, afirmó. En su lectura, modificar formatos, sedes o criterios competitivos no puede hacerse de espaldas a los clubes implicados; necesita consenso.
Es una denuncia a dos bandas: por un lado, la apelación a la coherencia arbitral; por otro, el rechazo a decisiones de calendario o sedes que, a juicio del técnico y del club, alteran la igualdad competitiva sin la debida aprobación colectiva. Xabi subraya que cualquier cambio estructural exige transparencia, debate y voto común.
