Regresaba la Champions League a un Santiago Bernabéu que, desde que los orígenes de la competición, siempre ha sido el estadio que más Orejonas atesora en sus vitrinas. Y como suele ser habitual en Concha Espina, el Bernabéu se vistió de gala para recibir al Olympique de Marsella en su competición fetiche.

Un debut que arrancaba ya con varios titulares desde antes del pitido inicial, comenzando por la suplencia de Vini por segunda vez en cinco partidos a las órdenes de Xabi Alonso. Una delantera en la que Kylian Mbappé arrancaría hoy acompañado por Rodrygo y también por un Mastantuono que se colaba directamente en los anales de la historia del conjunto blanco

El encuentro empezó como suele ser la Champions el en Bernabéu: vibrante desde el primer minuto. Y es que menos de un minuto tardó el conjunto blanco en tener la primer clarísimas ocasión. Ocurrió tras una jugada por la banda, en la que una sucesión de rebotes termino cayendo sobre un Kylian Mbappé que intentó el gol de chilena, y se quedó a escasos centímetros de hacerlo.

Mbappé, a punto de marcar de chilena (Getty)
Mbappé, a punto de marcar de chilena (Getty)

Sin embargo, ese fulgurante arranque se vio rápidamente empañado por una mala noticia: apenas habían transcurrido tres minutos de juego cuando Trent se fue al suelo y pidió el cambio, ante una rotura muscular que evidenció la cara de preocupación del inglés, que fue sustituido por Dani Carvajal.

El partido, no obstante, no bajaba las revoluciones, y apenas unos segundos después el debutante en Champions Mastantuono arrancaba por la derecha y se colaba en el área, dejando atrás a todos los zagueros galos. La jugada continuó y el argentino se coló en el área pequeña, logrando superar al meta visitante con un golpeo, que, sin embargo, se marchó al palo.

Ni siquiera habían transcurrido diez minutos y el encuentro ya dejaba claro lo que es la Champions en el Bernabéu. De hecho, instantes después de la jugada de la perla argentina, el Madrid reclamó una cesión en el área marsellesa, que el colegiado, sin embargo, no consideró punible. Instantes después, Mbappé y Rodrygo volvieron a probar suerte, topándose en ambas ocasiones con buenas intervenciones de Rulli.

Tras casi un cuarto de hora de vendaval blanco, se animó el conjunto blanco a amenazar al contragolpe. Y vaya si lo hizo, tras una jugada por el perfil derecho con la que Weah mandó un derechazo centímetros por encima de la meta de Courtois, demostrando que, en Champions, todos los equipos tienen pólvora arriba.

Tras esos primeros compases eléctricos, el ritmo se detuvo por varias faltas de uno y otro equipo, bajando un poco las revoluciones del inicio. Un desencorvad en la intensidad que favoreció al conjunto galo, que aprovecho una pérdida en la medular de Güler para montar un contragolpe vertiginoso. En solo tres pases, se plantaron en el área blanca, donde Weah fusiló a Courtois para poner el primero en el marcador.

Ahora, tras un magnifico inicio, al Madrid le tocaba remar al verse por detrás en el marcador. Sin embargo, el gol parecía haber alentado a los franceses que, ahora, se lanzaban al ataque con mucho más ímpetu que al principio del encuentro. Algo que no cambió los planes de un conjunto blanco que seguía apostando por la verticalidad hacia la meta de Rulli.

Poco le duró la alegría a un Olympique que se vio sobrepasado nuevamente por el vendaval de Xabi. Y en esta ocasión, una incursión de Rodrygo por la izquierda terminó con un clarísimo penalti sobre el brasileño. Inmediatamente, Mbappé agarró el esférico con la seguridad de poner el empate en el marcador. Y así fue, batiendo a Rulli con un disparo cruzado.

Como suele ser habitual, esto fue más que suficiente para que el Santiago Bernabéu montase en cólera en busca del segundo. Y el aire exhalado por el estadio pareció hacer efecto sobre el verde, ya que, inmediatamente después, Mastantuono estuvo a punto de firmar la remontada con una jugada maradoniana, con caño incluido, que no pudo finalizar con un remate.

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El ritmo, además, no paraba. Pocos instantes después del jugador del argentino, Tchouaméni también se animó desde la frontal con un derechazo que obligó a Rulli a hacer otro milagro para enviarla a córner. El partido estaba justo donde al Bernabéu le gusta, y así lo demostraba el ambiente. Sin embargo, los visitantes seguían amenazando a la contra, con un partidazo que seguía muy abierto.

Sin embargo, de cara a la recta final de la primera mitad, el ritmo disminuyó y el colegiado ordenó el camino a los vestuarios después de que Mastantuono volviera a toparse con una gran intervención de Rulli, que volvió a salvar los muebles para el conjunto visitante, después de 45 minutos en los que pasó de todo.

A diferencia de la primera, la segunda mitad arrancaba con un ritmo más pausado. Lo intentó por primera vez Mastantuono con un tímido disparo desde la frontal, y poco después, tras una gran jugada coral, Mbappé reclamó penalti por una acción al borde del área pequeña. La jugada, sin embargo, no fue ni siquiera revisada por el VAR, y dejó al francés con la mosca detrás de la oreja tras la acción.

Con el tiempo comenzando a agotarse, Xabi optó por mover el árbol y revolucionar el ataque, dando entrada Vinicius y Brahim. Y nada más hacer estos cambios, en una segunda jugada en un córner, Tchouaméni estuvo cerca de rematar a puerta vacía, pero un zaguero visitante lo impidió en última instancia.

Sin embargo, aún quedaba una dosis de polémica. Y es que, en un córner, un encontronazo entre Carvajal y Rulli terminó con el clásico cabeza con cabeza entre ambos futbolistas y el guardameta, al notar el contacto, se dejó caer desplomado. Ahora sí, el VAR decidió avisar el colegiado para avisar sobre una posible tarjeta roja y, tras revisarlo en las pantallas, expulsó a Carvajal ante la incredulidad del Bernabéu.

Un contratiempo grande, pero no decisivo para el conjunto blanco. Jugando en superioridad numérica, un ataque por el perfil izquierdo terminó con Vini encarando hacia Rulli. Y en su intento por robarle el cuero, el zaguero del conjunto francés terminó llevándose el cuero con la mano, ante lo que Peljto no dudó en señalar penalti.

Un penalti que, por supuesto, se quedó Kylian Mbappé, que puso el segundo y gol de la remontada con un hombre menos sobre el césped a falta de poco más de diez minutos. Ahora, por primera vez por detrás en el marcador y con un hombre más, el Olympique de Marsella se volcó al ataque, obligando a Courtois a intervenir en dos ocasiones casi consecutivas.

Sin embargo, ahora el conjunto blanco comenzaba a encontrar cada vez más espacios a la espalda de la zaga marsellesa, y la sensación era de que el tercero podía llegar en cualquier momento. Sin embargo, ya en el descuento, los visitantes detuvieron el corazón de Xabi tras una jugada a balón parado en la que estuvieron muy cerca de poner el empate.

Algo que, finalmente, no ocurrió, en un partido en el que el Real Madrid dominó, sufrió y remonto con un hombre menos, de la mano de dos tantos de Kylian Mbappé desde los once metros, en un encuentro que demostró algo que todo el mundo sabía: la Champions es dura… pero es el territorio del Real Madrid.

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Periodista deportivo que cubre la actualidad del Real Madrid.

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