Aunque parezca irónico, un día después de la gala del Balón de Oro, Vinicius recuperó la sonrisa. Después de varias semanas en el ojo del huracán: suplencias, cambios, supuestos malos gestos, y un sinfín de polémicas que, desde que empezó a despuntar, casi siempre han acompañado al ‘7’ del Real Madrid.
Pero Vini, como acostumbre a hacer, habló hoy donde mejor se le da: en el campo. Y es que el brasileño lo tiene claro: ante las críticas, fútbol. Y en el Ciutat de Valencia Vini firmó uno de los mejores partidos de la temporada, en el que en tan solo 45 minutos firmó una obra de arte en forma de gol y asistió a Mastantuono para que el argentino marcase su primer tanto de blanco.

Pero más allá de eso, Vini demostró en el feudo del Levante la mejor de sus versiones. Más allá del acierto de cara a portería, el brasileño presionó, la pidió y lideró el ataque blanco. Vini cumplió al pie de la letra exactamente lo que Xabi pide de él, y todo terminó como el brasileño desea: disputó los 90 minutos y terminó luciendo el brazalete de capitán.
Un partido en el que el brasileño, más allá de dar una exhibición, disfrutó, bailó y volvió a celebrar. Y en la celebración, el brasileño dejó además un gesto muy significativo, celebrando su tanto con su ya clásico beso al escudo con el que despeja todas las dudas planteadas por aquellos que lo ubican lejos del Real Madrid.
Y para más inri, el brasileño lo hizo en el Ciutat de Valencia, que es precisamente el estadio donde cambió todo en 2021 cuando Ancelotti tomó las riendas del Real Madrid. En aquella temporada, Vini venía de ser muy discutido, y tras un doblete en el estadio de Levante, su sino en el Real Madrid empezó a cambiar, convirtiéndose en lo que es a día de hoy: uno de los mejores del mundo. Y en un estadio tan especial para él, recuperó la sonrisa.