En un mundo tan volátil como el que se ha convertido el fútbol actual, el héroe puede pasar a ser el villano en cuestión de horas. Un hecho que se ha vivido en diversas ocasiones a lo largo de los últimos años en el Real Madrid, al son de los distintos voceros cantando las voces de “crisis” o, su favorita: “fin de ciclo”.
Expresiones que se han repetido a la saciedad a lo largo de las últimas dos semanas. Son muchos los que se han atrevido a aventurar el supuestamente innegable fin del proyecto de Xabi Alonso después de los pinchazos en Anfield y en Vallecas. No solo eso, sino que más de uno también ha llegado a confirmar que, según ellos, el vestuario del Madrid es un polvorín.
Dato mata relato: estas son las cifras reales de Xabi al frente del Real Madrid
Poco importa lo que digan en ruedas de prensa los implicados, desde el propio Xabi hasta, más recientemente, Kylian Mbappé, que tal y como os hemos contado estos días, se ha pronunciado acerca de los rumores que hablan de una gravísima crisis en La Casa Blanca. Eso no importa, y si las palabras de los protagonistas desacreditan su relato, entonces las obviarán.
No obstante, sería tener una venda en los ojos el hecho de pensar que todo es color de rosa. Es evidente que la derrota en Anfield y el empate en Vallecas han destapado carencias en el nuevo Real Madrid que Xabi está cimentando. Unas carencias más o menos evidentes, pero que, por otra parte, son propias de un proyecto que lleva poco más de cuatro meses en construcción.
Es cierto que Xabi aún tiene muchas teclas que tocar antes de convertir al Real Madrid en esa máquina perfecta en la que sí convirtió a su Bayer Leverkusen. Sin embargo, y a pesar de que todo esto es una realidad innegable, lo que también es algo totalmente innegable es que el arranque de Xabi no ha sido ni mucho menos negativo.
Y no porque lo digan los aficionados o la propia prensa, sino porque son los propios números los que lo acreditan: el Real Madrid de Xabi ha sumado 31 puntos en 12 partidos en LaLiga, además de estar dentro del top 8 de la Champions League después del tropiezo en Anfield. Sin embargo, los números ligueros son los que verdaderamente dan una pista del buen hacer de Xabi Alonso.
Tirando de hemeroteca y de revisionismo, podemos descubrir que solo un entrenador ha firmado unas cifras similares a las de Xabi en los últimos 30 años. Fue ni más ni menos que José Mourinho en el arranque de la temporada 2011/12, la que algunos recordarán como la liga de los récords, aquella en la que el conjunto blanco superó todos sus registros históricos y firmó la liga más redonda de su historia.
Con estos números en la mano, es innegable que, guste más o menos el modelo de Xabi, y convenza más o menos el fútbol que están haciendo sus hombres, los resultados van de la mano de lo que se presupone que debe ser un equipo ganador. Y aun así, tanto el técnico tolosarra como los propios jugadores han reconocido en más de una ocasión que el techo futbolístico está aún muy lejos.
Algo que es cierto, sí, pero está lejos de parecerse al descalabro interno y externo que muchos intentan vender cuando hablan del Real Madrid de Xabi. Pero esto no es algo malo. Precisamente la autoexigencia del club es lo que le ha llevado a ser el más grande de la historia. Un aspecto del que ha hecho gala a lo largo de sus casi 125 años de historia y que, más recientemente, le ha servido para ganar 6 Champions en 10 años. Pero que no os confundan: la autoexigencia es santo y seña del Real Madrid, pero los intentos de destrucción constante hacia lo que el club construye están a años luz de ser simple exigencia.

