Hace exactamente tres años, Jude Bellingham comenzaba a convertirse en uno de los grandes nombres del panorama europeo por su buen hacer en el Borussia Dortmund, club al que llegó con tan solo 17 años a cambio de una cifra de 23 millones de euros. Un traspaso que, incluso a día de hoy, es poco habitual en el panorama futbolístico internacional.
Desde el mismo momento en el que salió de Birmingham rumbo a Alemania para dar forma a la que ya se anticipaba como una carrera de éxito, el centrocampista inglés tenía vestir la camiseta del Real Madrid como uno de sus principales objetivos. Un objetivo que de la mano de su talento, trabajo y determinación, pudo cumplir solo tres años después de su llegada al Dortmund, donde demostró que, efectivamente, aquellos 23 millones de euros terminaron saliendo baratos.
Una elección correcta que la prensa inglesa nunca aceptó
Como el propio Jude ha reconocido en varias ocasiones, desde que el Real Madrid llamó a su puerta, sus dudas se despejaron. Algo muy a tener en cuenta, dado especialmente a que muchos clubes, especialmente varios de la Premier League, suspiraron por su fichaje. De hecho, al elegir al conjunto blanco, dejó al Liverpool en la cuneta. Pero antes de ello, aún como jugador del Birmingham, también rechazó a Manchester City y Arsenal, entre otros clubes ingleses.
De lo que tal vez Bellingham no fuera consciente en ese momento es que, al elegir cumplir su sueño, estaba aceptando pagar un precio muy alto, que no es otro sino el de convertirse en el centro de todas las críticas por el simple hecho de cumplir su sueño y no plegarse a los deseos de otros. Y es que si algo ha demostrado Jude durante estos dos años y medio en Madrid, es que no es el tipo de persona que ceda a las presiones de nadie.
Ni un año tardó Bellingham en pagar las consecuencias de cumplir su sueño. Su primer contacto con esta realidad fue la Eurocopa de 2024, en la que Jude fue el mejor jugador de Inglaterra, metiendo a su país en la final y estando muy cerca de llevar el título a Reino Unido por primera vez en su historia, y, aun así, se convirtió en el centro de todas las críticas por parte de la prensa inglesa.
Unos medios que, en un primer momento, criticaban su nivel sobre el verde. Y cuando se quedaron sin argumentos futbolísticos para criticarle, pasaron a lo personal: es engreído, genera mal ambiente con sus compañeros, no atiende a los medios de comunicación… Todo excusas para no reconocer lo que el propio Bellingham, siempre un paso por delante de ellos, identificó al instante: “Siempre necesitan a alguien que haga de malo, que sea el chivo expiatorio. Parece que ese alguien voy a ser yo”.
Ahora, el tiempo ha vuelto a dar la razón a Bellingham en este parón de selecciones. Y es que el enfado de Jude tras ser sustituido ante Albania abrió la veda para muchos medios que han atacado sin piedad a su gran estrella, llegando a pedir incluso su exclusión de la Selección Inglesa de cara al Mundial. Porque, según parece, para muchos en Reino Unido es más importante ganar una batalla ficticia que el futuro de su Selección.
Pero lo cierto es que a esos medios les da igual. No va sobre la actitud de Jude, ni sobre el ambiente en el equipo ni sobre su reacción al cambio. Y es que Bellingham está siendo castigado por elegir por sí mismo y no ceder a sus presiones. Por rechazar a todos y cada uno de los clubes de la Premier League que llamaron a su puerta y, en su lugar, elegir al Real Madrid.
De hecho, uno de los que ha dado en el clavo es Ian Wright, quien, paradójicamente, desarrolló prácticamente su carrera en la Premier League. Al ex internacional inglés no le tembló la voz a la hora de apuntar con el dedo el verdadero asunto principal: “Odian el hecho de no poder influir negativamente en su carrera en el club como han hecho con tantos otros antes que él”.
Del mismo modo, Wright también señaló el origen del conflicto, apuntando el momento en el que Jude se salió del molde con 17 años para irse a Alemania en lugar de seguir en Inglaterra. En ese mismo momento comenzó una cruzada contra un chaval por el simple hecho de perseguir su sueño en lugar de estar plegado a los deseos de otros.
Por desgracia para ellos, Bellingham, al igual que tantos otros en el Real Madrid, es una de esas personas a las que no le tiembla el pulso a la hora de señalar un problema. Un problema personificado por “periodistas” como Craig Hope, que fue el primero que empezó a hacer fuerza para que Tuchel dejase a Jude fuera del Mundial, al son de “Deja a Jude en casa”. No obstante, en algo hay otorgarle la razón a Hope: el Real Madrid es la casa de Jude, por mucho que él y su séquito hayan hecho lo imposible por convencerle de lo contrario.
