Preguntado en rueda de prensa por las declaraciones «incendiarias» de Joan Laporta contra Florentino Pérez y el club desde Andorra, el técnico madridista dio un zasca elegante y definitivo que zanjó el conflicto. El mensaje del entrenador fue un ejercicio de contención y enfoque, catalogando el discurso del presidente culé como simples «mensajes populistas».
El primer párrafo de la comparecencia fue un golpe de autoridad, dejando claro dónde reside la prioridad del equipo. Xabi contrastó la estrategia dialéctica del FC Barcelona con la filosofía histórica del club de Chamartín: concentrarse únicamente en el terreno de juego.
El Real Madrid ignora el ruido externo y se concentra en su máxima: ganar cada partido de forma “deportiva y merecida”. Esta postura es crucial antes del choque contra el Girona, un rival directo que exige el 100% de concentración.
«Hay mensajes populistas…»
La respuesta completa del entrenador no dejó lugar a dudas sobre la postura que impera en Valdebebas. La cita, diplomática pero demoledora, se dirigió directamente a la intención detrás de las palabras de Laporta: “Ya sabemos que hay mensajes populistas de todas partes para su parroquia. Nosotros nos centramos en lo nuestro, ganar de una manera deportiva y merecida, cada partido es una prueba para demostrarlo”. El uso de la palabra «parroquia» subraya la percepción de que las declaraciones de Laporta no buscan la verdad institucional, sino contentar a su propia afición en un momento de tensión.
Esta actitud de Xabi es la que blinda al vestuario ante cualquier guerra de despachos que se quiera importar desde fuera. La directriz es clara: ante la polémica política y los dardos a Florentino Pérez, la mejor respuesta es el silencio y el rendimiento sobre el césped.
