La designación de Jesús Gil Manzano para dirigir el crucial duelo entre el Real Madrid y el Athletic Club en San Mamés ha generado un temor fundado en el madridismo. Pese a que el balance estadístico del club con el extremeño es sorprendentemente positivo (42 victorias en 54 partidos), esta cifra es vista como una ilusión estadística que no borra los errores de bulto que han marcado su trayectoria.

El recuerdo más inmediato ya es un aviso: en su último encuentro con el club blanco, Gil Manzano expulsó a Dean Huijsen en la primera parte, obligando al equipo a un sobreesfuerzo innecesario. Esta expulsión es la prueba de que, aunque el Real Madrid consiga ganar, las decisiones polémicas siguen persiguiendo al colegiado.

Huijsen acabó expulsado de forma surrealista (Pablo Rodriguez/Quality Sport Images/Getty Images)

Tampoco se olvida el gol en tiempo que le anuló a Jude Bellingham frente al Valencia en Mestalla hace un par de temporadas. Un fallo evidente que le marcó en toda su carrera, así como los tres penaltis pitados en contra de los merengues.

La lupa mediática sobre él no se debe a la cantidad de partidos perdidos, sino a la gravedad cualitativa de sus fallos. Los aficionados temen que, en un encuentro tan importante como este adelantado de la jornada 19, uno de sus ya famosos errores históricos acabe decidiendo el encuentro.

Daniel Trujillo Suárez será el encargado de estar en la sala VOR para videoarbitrar el choque liguero.