En el club blanco están muy molestos por cómo tratan algunos medios a Vinícius. Ayer, en la rueda de prensa de Ancelotti después del partido, solo le hicieron preguntas sobre el comportamiento de Vinícius y sus protestas.
No le dijero nada sobre los insultos racistas que recibió el brasileño, tanto fuera como dentro del campo, gritándole «mono» y otras lindezas.
Incluso durante el partido, Vinícius se dirigió a Cuadra Fernández para decirle que estaba recibiendo insultos racistas. El colegiado le mostró tarjeta amarilla por protestar, protegiendo al verdugo en lugar de la víctima al quejarse de que los recogepelotas le estaban vacilando y no le daban el balón para sacar de banda.
Cuando los jugadores blancos saltaron al terreno de juego para la segunda mitad, Valverde y Nacho se dirigieron al árbitro para advertirle sobre los insultos racistas y bronca general que recibía Vinícius en cada pelota que tocaba, pero Cuadra Fernández hizo caso omiso, lo cual es vergonzoso según el reglamento antirracismo.
Cuadra firmó un esperpento
Pese a todo, Vinícius fue uno de los más destacados del partido. Aparte de Vinícius, el arbitraje de Cuadra Fernández fue lamentable, permitiendo la cacería de los jugadores colchoneros a los del Madrid.
Cada vez que un jugador del Madrid tocaba o rozaba a los rojiblancos, les mostraba tarjeta amarilla. Además, no pitó un presunto penalti a Bellingham en los primeros minutos (que ni se repitió) y debió expulsar a De Paul por un pisotón a Carvajal antes del tercer gol del Atlético en la prórroga. Culminó su función cuando le anuló el 3-3 a Ceballos por un fuera de juego de Bellingham muy dudoso.
Foto: EFE
