No hay jornada de Liga en la que no se tenga una polémica arbitral en beneficio del Barça. Siguen demostrando que hay mucho dinero en juego y los de Xavi Hernández deben estar sí o sí en la lucha por el título y, por supuesto, como un equipo clasificado para estar en la próxima Supercopa de España en Arabia.
En el Barça-Mallorca un nuevo regalito arbitral. Rapinha se iba en velocidad, pugnando un balón con la zaga, y Copete de manera totalmente involuntaria se tropezaba con el brasileño y le pisaba ligeramente yendo en carrera. Un penaltito que se lo regalaron desde el VAR.
Javier Iglesias Villanueva no lo señaló en primera instancia y fueron desde la sala VOR los que llamaron al colegiado para corregir su decisión inicial. A la postre, Gundogan lo terminó fallando.
Al borde del descanso, Muriqi se fue al suelo por una jugada similar, en este caso con toque leve de Lamine Yamal sobre el jugador del Mallorca. Desde el VAR, mostrando el doble criterio, ni avisaron al árbitro de la contienda.

Al volver del entretiempo fue Lamine Yamal el que adelantó al Barça con una genialidad absoluta para ajustársela a Rajkovic y poner el 1-0.