El Chiringuito ha liderado una campaña televisiva sin precedentes contra Vinícius, con colaboradores que intentaron ridiculizarlo e incluso algunos llegaron a insultarlo, rozando en ocasiones el racismo. A pesar de esto, el presentador Josep Pedrerol mostró indiferencia ante estos ataques.
Uno de los principales detractores fue el tertuliano Cristóbal Soria, quien se burló constantemente del jugador brasileño.
Otro momento polémico fue cuando el agente de futbolistas Pedro Bravo hizo un comentario racista sobre Vinícius, sugiriendo que debería «bailar en el sambódromo y dejar de hacer el mono» tras celebrar un gol.
Además, se inventaron palabras atribuidas a Vinícius, como supuestos insultos a rivales, sin presentar pruebas o imágenes. Tertulianos, como Jota Jordi y Carme Barceló, también criticaron al jugador de manera constante, cuestionando su calidad y su actitud en el campo.
Esta campaña de desprestigio contra Vinícius fue inédita en un programa de televisión y generó críticas por parte de la audiencia.
Algunos patrocinadores incluso retiraron su apoyo al programa debido a estos comentarios, lo que pone en tela de juicio la ética y la responsabilidad de los medios de comunicación en la promoción del odio y el racismo.

