Poco tardaron los antimadridistas en quejarse y decir que el Bernabéu pitaba a Morata por su pasado o por ser del Atlético, pero acto seguido, el jugador del Barça, Lamine Yamal, fue sustituido y el Santiago Bernabéu se puso en pie para aplaudir al joven jugador azulgrana.
A lo mejor, los pitos a Morata eran por su mal partido y por no dar una a derechas, o por su conducta siempre protestando y provocando a los jugadores brasileños. Algo que también ocurrió cuando jugó con la selección en el Metropolitano.
Una vez más, el estadio Santiago Bernabéu volvió a mostrar su señorío y reconocer y aplaudir la actuación de un futbolista, aunque este jugador sea de tu eterno rival, como es el caso del jugador del Barça, Lamine Yamal.
Hizo un auténtico partidazo desbordando y marchándose siempre de sus marcadores, provocó dos penaltis y volvió loca durante todo el partido a la defensa de Brasil, que no pudo en ningún momento con él. Este chaval de 16 años tiene un futuro impresionante y, por suerte para la selección, eligió España y no Marruecos.
Al ser sustituido, la afición que acudió al Bernabéu lo despidió con una gran ovación y el público en pie, como mereció su gran partido. El joven jugador respondió saludando al público.
Una vez más, el madridismo (y nos referimos el madridismo porque la mayoría de las entradas las compraron los socios del equipo blanco) demostraron que no tienen problemas en aplaudir a un jugador de su eterno rival, como ya ha pasado en otras ocasiones con Ronaldinho y Maradona en su época, que el Bernabéu les aplaudió. Esto no pasa en otros estadios. Los antimadridistas esperaban otra cosa, se fastidiaron una vez más, no escarmientan.
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