Álvaro Arbeloa no ha tardado en tomar decisiones desde que se confirmara su ascenso al banquillo del Real Madrid Castilla, y entre sus primeros movimientos ya figura una petición clara: el ascenso de Enzo Alves, delantero e hijo del histórico capitán Marcelo, tal y como ha podido saber este periódico. Le seguirá de cerca y será una de sus primeras incorporaciones. Todavía está centrado en acabar la temporada con el Juvenil – en la Copa de Campeones – pero ya mira al futuro con ilusión en ese cargo que deja Raúl González en Primera RFEF.
A sus 15 años (2009), Enzo continúa deslumbrando en La Fábrica, donde su evolución ha sido constante y llamativa. Su potencia física, instinto goleador y madurez sobre el campo han hecho que su progresión sea seguida muy de cerca por técnicos de todas las categorías del club. Ya ha debutado con el Juvenil A, y en el club blanco se da por hecho que pronto dará el salto al Castilla.
Un fichaje desde dentro con sello blanco
Aunque técnicamente no es un fichaje externo, el ascenso de Enzo al Castilla se gestiona como una incorporación interna de peso, ya que ocuparía plaza en un equipo semiprofesional y pasaría a entrenar con futbolistas de mayor edad y exigencia competitiva. La decisión no responde a su apellido, sino a lo que ha demostrado jornada tras jornada.
Para Arbeloa, que lo conoce bien desde categorías inferiores, Enzo es un jugador diferencial y con proyección de crack mundial. Su olfato goleador, su capacidad para recibir de espaldas y su personalidad dentro del área le colocan como un delantero muy especial.
El club, por su parte, valora esta gestión como una muestra más del compromiso con el talento propio. La etapa de Arbeloa al frente del Castilla arranca con un mensaje claro: el futuro del Madrid también se construye desde dentro, y Enzo Alves es uno de los nombres que más ilusiona en ese camino.
