El madridismo volvió a acudir en masa al Santiago Bernabéu para tratar de vivir una noche histórica. Recogió el guante lanzado por los jugadores y destapó el tarro con un recibimiento de bandera, previamente, que rompió todos los moldes vistos a lo largo de la historia reciente del Real Madrid.
En el interior, el espectáculo no distó mucho. Hubo mosaico, a lo grande, con la salida de los futbolistas al terreno de juego.
La cámara acreditada de Dinastía Blanca captó todos los detalles, en esos prolegómenos del Real Madrid-Arsenal en el que el madridismo no falló.
«La fábrica de sueños, haz la tuya Real», rezaba la pancarta desplegada, además de cartulinas de color blanco, morado y amarillo que fueron desplegadas en el Fondo Sur del Santiago Bernabéu por parte de toda la grada.