Kylian Mbappé ya es nuevo jugador del Real Madrid. El 16 de julio del 2024 es un día que quedará escrito y guardado para los anales de la historia del club blanco.

Un día en el que dio un clínic sobre cómo ganarse el perdón de una afición, no enemistarse para siempre con otra, y en el han quedado claras muchas cosas sobre la trama. Otras permanecerán para los restos en la memoria de los protagonistas.

09:00 horas y Kylian Mbappé, dentro de la Clínica Sanitas La Moraleja, ya puede empezar a palpar lo que ha sido un día histórico. Las calles de la capital se llenaban de camisetas blancas (y en especial con el «9» de Mbappé) desde primera hora de la mañana. El galo desataba un hype que ya se veía distinto al resto de los actos de presentación que se habían visto hasta la fecha.

El Bernabéu se llenó hasta la bandera por Mbappé (Real Madrid)

Juventud al poder

Largas colas, muchas caras de juventud entre público – el horario invitaba a ello – y algunos rezagados que confesaban a los micrófonos de Dinastía Blanca que esperaban una entrada en el último suspiro. Eran gratis para socios, madridistas premium y público en general, pero había aficionados que esperaban poder encontrar, de manera milagrosa, un espacio entre los 85.000 seguidores que abarrotaban el estadio.

Fueron llegando de manera sosegada, al ritmo de los temas que resonaban con la gran acústica del estadio cerrado, y en el videomarcador, mientras se proyectaban las primeras imágenes. La cámara de este periódico, medio acreditado por el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, grabó esos instantes de locura en el que se entonaban los primeros «¡Mbappé, Mbappé!».

Desfile de leyendas

Rebasadas las 12:00 horas, con cierto retraso, se empezaba una cuenta atrás de 15 segundos en los videomarcadores, tras el vídeo emotivo de presentación a la leyenda del Real Madrid, empezaron a aparecer personalidades. Mbappé viendo desde el interior del túnel de vestuarios como desfilaban Zidane, Santamaría, Pirri y Florentino. El presidente se llevó la ovación atronadora del día, junto a Kylian.

Y apareció la estrella para darse un baño de masas. No le hizo falta el típico cántico de «bese al escudo». Él lo hizo por su cuenta posando ante los fotógrafos. Dándose una vuelta de honor, tras confesar casi entre lágrimas que esto lo había soñado toda su vida, y desatando la locura por conseguir una pelota.

«Un sueño no se paga»

En la sala de prensa, tras la aparición de sus padres (Fayza y Willfried) junto a la abogada de la familia, Mbappé dejó las cosas muy claras. «Un sueño no se paga», dijo de manera reiterada. Ahora Kylian sabe cuál es el camino a seguir para entrar en la leyenda de la entidad como hizo su máximo ídolo cuando él apenas era un niño.

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Periodista deportivo con más de 10 años de experiencia en redacción de artículos online. Llevando la dirección de varias páginas. También con experiencia narrando partidos de fútbol en varias emisoras de radio y cubriendo eventos en directo.

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