Un día más, el arbitraje volvió a convertirse en uno de los grandes focos de atención en el encuentro en el Santiago Bernabéu. En esta ocasión, sin embargo, no fue uno de esos arbitrajes que desesperaron al Real Madrid, como si fueron algunos como los de la pasada jornada en Anoeta o el encuentro en el propio Bernabéu frente al Mallorca.

Sin embargo, un viejo conocido, Martínez Munuera , también recibió en esta tarde de sábado algunas facturas por parte del respetable blanco. Un público que se mostró especialmente crítico con el árbitro que no hizo nada ante los insultos racistas en El Sadar, hacia el final de la primera mitad, cuando el colegiado señaló varias faltas contra el conjunto blanco y perdonó otras a su favor.

Una serie de acciones que, lejos de ser aisladas, quedaron en varias ocasiones reflejadas por las estadísticas del encuentro. Unas estadísticas que demostraban la doble vara de medir con ambos equipos: durante el encuentro, el Espanyol realizó un total de 15 faltas y ninguna de ellas fue castigada con tarjeta amarilla.

Sin embargo, por parte del conjunto blanco, con ocho faltas realizadas se señalaron dos tarjetas amarillas. Un criterio aplicado de distintas formas a ambos equipos, que terminó por desesperar al Bernabéu, que en varias fases del encuentro dedicó sonoras pitadas al colegiado, acompañadas del clásico «Qué malo eres», que resonó en más de una ocasión en la tribuna del conjunto blanco.

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Periodista deportivo que cubre la actualidad del Real Madrid.

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