El Metropolitano dictará sentencia, pero hoy hubo éxtasis en el Santiago Bernabéu por el 2-1 de los suyos ante los de Simeone. Dentro de una semana llegará el desenlace en el barrio de San Blas. El Madrid empezó golpeando primero, lo devolvió Julián y fue Brahim quién lo desatascó todo con una genialidad a la altura de pocos privilegiados.
El Santiago Bernabéu, especialmente, y toda la capital española vestía sus mejores galas en la noche de fútbol de este martes. Como era previsible y habitual, como sucedió ante el Manchester City, hubo noche grande en La Castellana. Desde las 19:00 horas, miles y miles de madridistas se desplazaban hasta los aledaños del estadio para apoyar a los suyos tras el mal partido en el Benito Villamarín. En el campo, caldera encendida y con el objetivo de llegar con ventaja al Riyad Air Metropolitano.
Hubo tifo 360º y demostración de poderío en la Champions League. El recuerdo a la dinastía blanca estuvo presente con un «Yo te quiero ver campeón» y el logo de las 15 Orejonas muy presente. Lo sabían los aficionados del Atlético en el fondo Norte, con la lección bien aprendida por Lisboa y por Milan en esas finales perdidas.
El guion fue muy parecido al del inicio frente al Manchester City en este mismo estadio. El Madrid hizo buena la mística de la Copa de Europa y fue Rodrygo Goes, esta vez, el primero en golpear y en sorprender el entramado de los del Cholo Simeone. Una jugada exquisita, por banda diestra, que finalizó con un misil teledirigido a la yugular de los colchoneros y por el que nada pudo hacer Jan Oblak, pese al intento de estirada.

El Real Madrid buscaba el segundo en arreones y uno de los mismos fue con un disparo de Vinicius que iba manso a las manos del esloveno. El Atlético tuvo la respuesta en el 26′, pero se topó con una extraordinaria intervención de Fede Valverde para evitar el empate bajo palos cuando Courtois parecía batido. El derbi estaba vivo, eléctrico y bonito para el espectador, a diferencia del primer acto que se vio en el de Liga.
Julián se la devuelve a Rodrygo
El Atlético no perdonaría en el 33′ con un golazo espectacular de Julián Álvarez. El delantero argentino se apuntaba al «pique» con Rodrygo y devolvía el tremendo zapatazo a la escuadra con otro tremendo zapatazo, pero en este caso para batir a Courtois. 1-1 y los rojiblancos hacían bueno el dominio plantado en el verde, por momentos, ante un Madrid al que le faltaba voracidad. En esas se llegaba con tablas en el electrónico al tiempo de descanso.
Ancelotti estaba preparado para tomar cartas al asunto, ante la escasez de posesión y oportunidades, y se preparaba para sacar a Modric. El cambio, muy probablemente, era por un Brahim que iba directo a la historia de los derbis tras inventarse un golazo de dibujos animados, digno de Oliver y Benji.
Brahim se viste de dibujo animado

Un tanto que demuestra que está tocado por una varita. El habilidoso futbolista salió del paso con un par de recortes sublimes y se la coló a Oblak por el único vacío que dejó la defensa colchonera. 2-1 y delirio, éxtasis, de nuevo, en un Santiago Bernabéu que pedía más a los suyos.
Pasaron muy pocas cosas entre los cambios de Ancelotti y Simeone. El Metropolitano será el que dicte sentencia dentro de una semana en la segunda entrega del Euroderbi.