El CTA designó a Busquets Ferrer, uno de los árbitros revelación de la temporada – el que pitó de manera magistral en el derbi del Metropolitano en la primera vuelta – y actuó de manera valiente y sin necesidad de acudir al VAR.

En el minuto 14 decidió expulsar a Badé tras cortar un contragolpe prometedor en el que Kylian Mbappé se iba en velocidad y buscaba las primeras ocasiones del Real Madrid en el Pizjuán.

La roja era de libro, al ser el último hombre, y Busquets Ferrer no dudó ni un solo instante. El colegiado únicamente le consultó por el pinganillo a Soto Grado si la posición del delantero de Bondy era legal y, tras confirmarlo, el Sevilla se quedó con 10.

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Periodista deportivo y cursando por la Licencia UEFA PRO de Fútbol.

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