El inicio de la temporada 2025/2026 llega con un cambio estructural clave en el arbitraje español. La Real Federación Española de Fútbol ha anunciado de forma oficial el nombramiento de Francisco Soto Balirac como nuevo presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), en un acto celebrado en la Ciudad del Fútbol. De qué equipo es Francisco Soto, nuevo presidente del CTA, es una de las preguntas que se ha colado con fuerza en el debate público desde el anuncio.
El misterio de sus colores: ¿culé, celtista o neutral?
El comunicador Ramón Álvarez de Mon ha señalado que, según sus fuentes, Soto podría tener afinidad con el FC Barcelona, mientras que otras versiones lo vinculan al RC Celta de Vigo, algo más acorde con su lugar de nacimiento. Sin embargo, el dato no ha podido ser verificado.

Soto ha borrado su cuenta antigua en X (Twitter), eliminando cualquier posible rastro de su pasado como aficionado. El movimiento ha despertado suspicacias, aunque oficialmente se mantiene como neutral.
Perfil técnico y trayectoria profesional del nuevo jefe del CTA
Nacido en Vigo en 1980, Francisco Soto es un perfil atípico para el cargo, ya que combina una sólida carrera profesional con su vinculación al arbitraje. Licenciado en Derecho, ha sido socio de cuota del prestigioso despacho Garrigues y es experto en asesoría fiscal. Ha trabajado con grandes empresas, deportistas y ha ejercido como docente en universidades y centros de prestigio como IESIDE o la Universidad de Vigo.
Su vida arbitral: de asistente a delegado
Fran Soto comenzó su trayectoria en el arbitraje en 2002. A lo largo de más de una década, dirigió partidos en Tercera y Segunda Autonómica, Preferente (8 temporadas) y fue asistente en Segunda B. Desde 2015 asumió cargos de responsabilidad en el Comité Gallego de Árbitros, del que ha sido delegado hasta su salto nacional.
Nuevo modelo arbitral
Durante su presentación oficial, la RFEF no solo confirmó su cargo, sino que detalló las claves del nuevo modelo arbitral que liderará: un sistema más profesionalizado, con nuevas dinámicas formativas y controles internos más rigurosos. Su nombramiento llega en plena ola de exigencia de transparencia y reforma tras la tormenta mediática vivida por el arbitraje español en los últimos años.