Khvicha Kvaratskhelia no es solo el futbolista más eléctrico del PSG: es, en muchos sentidos, la amenaza más salvaje y poética que enfrentará el Real Madrid en semifinales. Desde su irrupción en Nápoles, donde puso patas arriba la Serie A con regates de otra época, el georgiano ha ido creciendo hasta convertirse en un jugador imprevisible, genial, desequilibrante. En el PSG, bajo el ala de Luis Enrique, ha encontrado libertad total: es el alma creativa del equipo y, sobre todo, su válvula de escape.
Su ídolo siempre fue Guti. Lo ha dicho él y lo han repetido sus entornos. Y ahora, como si el destino tejiera hilos blancos desde Georgia, Kvaratskhelia se enfrenta al club que sueña con vestir, con la oportunidad de enamorar a la afición que un día idolatró al ’14’ más elegante del siglo XXI. El propio José María Gutiérrez lo verá desde lo alto de la tribuna de prensa del MetLife y lo comentará en DAZN España. Guion de película para un Mundial de película.

Un sistema especial para una amenaza especial
Xabi Alonso lo sabe: Kvara no se defiende con un marcaje, se defiende con un sistema. Por eso el técnico vasco ha dibujado un esquema específico para él: defensa de cinco, con dos carrileros agresivos y tres centrales que puedan escalar en coberturas. La línea la formarán Trent Alexander-Arnold, Rüdiger, Asencio, Tchouaméni y Fran García.
Faltará Dean Huijsen, pero sí que habrá ayudas y cobertura constante en uno de los choques de todo el encuentro.
- Trent, por su perfil, será el primero en contenerlo. Tiene un primer test directo para medir su aclimatación al RealMadridde Xabi y su nuevo sistema de juego.

- Tchouaméni, como líbero, jugará un papel esencial. Deberá flotar detrás de Fran para corregir cualquier desequilibrio que provoque el georgiano.
- Y Fran García, aunque alejado del foco directo, tendrá que frenar los posibles cambios de orientación que buscan mano a mano a Kvara, algo habitual en el plan del PSG.
Kvaratskhelia: desborde, magia y obsesión blanca
Pocos jugadores del presente combinan como él velocidad, intuición y clase. No necesita espacio para inventar. Su regate corto es puro veneno y su relación con el balón recuerda a los callejeros de otra época. Luis Enrique lo deja flotar desde la izquierda, con libertad para encarar, recortar, asistir o disparar. Lo que ocurra en esa banda determinará cuánto sufre —o no— el Madrid.

Y sin embargo, hay algo que no se entrena ni se analiza con vídeo: la seducción por la camiseta blanca. Kvara ha coqueteado varias veces con su deseo de jugar en el Bernabéu. En cada declaración, en cada referencia a Guti, se dibuja el perfil de un jugador que no solo admira al Madrid: quiere ser parte de su historia. Ese tipo de futbolistas suele hacerlo todo por brillar contra nosotros.
El reto: controlar sin apagar a nadie
El gran desafío será doble: neutralizar a Kvaratskhelia sin romper la estructura colectiva. Porque el sistema de cinco exige disciplina, coordinación y una lectura constante de los movimientos rivales. Si uno de los centrales salta mal, si Trent o Fran dudan en el duelo o si Tchouaméni no llega a tiempo, el georgiano lo castigará. Pero si el plan funciona, si el Madrid consigue encapsular su inspiración, habrá dado un paso gigantesco hacia otra final más.