Todavía estaba coleando la polémica (inexistente) del Real Madrid-Almería... y ya tenemos nuevo escándalo. Y que sí que fue notorio en el césped.
Sucedió en el Granada-Atlético de Madrid de este lunes. El VAR volvió a entrar en oficio para corregir una acción. Proyectó mal unas líneas y dio por válido un gol de Álvaro Morata que fue determinante en el Nuevo Los Cármenes.

El escándalo arbitral siguió y en el minuto 90, con ese 0-1, Giménez cometía un penalti clarísimo por mano. El VAR, en ese caso, decidió no entrar y corregir al árbitro principal. Victoria muy polémica de los de Simeone.