OPINIÓN – La columna desde la tribuna del Bernabéu
25-04-2012, Madrid, 23:21 horas. Bastian Schweinsteiger transforma su penalti y bate a Iker Casillas desde los once metros. El alemán, con aquel disparo, fulminaba la ilusión de toda una generación de madridistas que soñaba con La Décima en Wembley. Cosas del destino, 4.761 días o 13 años después, como mejor se considere, ese madridismo vuelve a tener opción a una revancha histórica.
David Alaba, el primero en transformar, transformaba la pena máxima y, a su vez, enamoraba al madridismo desde bien temprano. Lo siguieron Cristiano Ronaldo, Kaká, Xabi Alonso, que ya no están, y entremedias disparó un Toni Kroos que mañana irá de blanco en el Santiago Bernabéu. El más doloroso fue el de Sergio Ramos. Una puñalada duele menos que ese lanzamiento del de Camas que envió al tercer anfiteatro.
Los de Ancelotti tienen oportunidad (y obligación) de dar un nuevo golpe sobre la mesa. Carletto llegó años después al Bernabéu y tuvo reválida elevando hasta en dos ocasiones el contador de Champions League que destrozó Zinedine Zidane. Primero en Lisboa y posteriormente en París. La siguiente pasa por Wembley, por caprichos de la vida, y ante un rival que dinamitó uno de los mayores proyectos de la historia del fútbol. La vida lo premió, pero ante el Bayern, el histórico rival por excelencia en Europa, hay una gran espina clavada.
La generación de oro, con Vinícius, Bellingham y Valverde, por citar ejemplos dentro de una plantilla ganadora, busca meterse en su segunda final de Champions League. Serían 2 en los 3 últimos años y lo hacen con la Liga en el bolsillo, con Cibeles esperándoles el domingo y con la sensación de tocar la 15 para volver a entrar en el olimpo del fútbol mundial. Ese mismo fútbol que le debe una clasificación para la gran final del próximo 1 de junio en Londres.