Que Fede Valverde es más madridista que el escudo lo sabemos todos, y ayer lo volvió a demostrar. El uruguayo no fue titular ayer frente al Celta, y Ancelotti lo sacó en los últimos minutos del partido con 2-0 en el marcador. En los últimos suspiros del duelo, dos errores defensivos del Madrid hicieron que el Celta empatara el encuentro.
Primero con una pérdida de balón de Camavinga en la frontal del área que aprovechó Bamba para marcar el primer gol del Celta, y en el último minuto del partido, Asencio cometió un penalti infantil sobre Bamba. Marcos Alonso marcó la pena máxima y mandó el partido a la prórroga.
Ahí apareció la figura de Valverde, que se echó el equipo a la espalda y lideró la victoria del Madrid, marcando el cuarto gol con un disparo desde fuera del área que entró por toda la escuadra y que sirvió para sentenciar la eliminatoria. El uruguayo lo celebró tocándose el escudo y pidiendo perdón a la afición por la imagen del equipo en los últimos minutos que llevó al Celta a empatar el partido.

Quizá también pidió perdón por el desastre en la final de la Supercopa, aunque Valverde, junto a Mbappé y Courtois, fueron los únicos que se salvaron del desastre. Ayer, el Halcón con ese detalle demostró su gran compromiso con el Real Madrid; es todo un ejemplo de profesionalidad y un ejemplo para sus compañeros; ejerce de capitán sin serlo, es el auténtico líder del equipo.
Valverde es un ejemplo a seguir para todos sus compañeros; el uruguayo se deja el alma en todos los partidos y honra la camiseta del Real Madrid, y gestos como el de ayer demuestran su amor a la entidad merengue.
Foto: Real Madrid