El Real Madrid ganó El Clásico tras remontar en el Estadio Lluís Companys. Bellingham marcó un doblete y silenció a toda Barcelona. ¡Qué manera de debutar en la historia de los Clásicos! Jude ya ha escrito una página brillante en la historia de los Barça-Real Madrid… y de qué manera lo ha hecho.
El partido comenzó con el equipo blanco dormido, y en el minuto 5, una combinación entre Joao Félix e İlkay Gündoğan, con toda la defensa del Madrid mirando, llegó un pase suave y el alemán marcó a placer. El Madrid intentó reaccionar, y una internada de Vinícius estuvo a punto de aprovecharlo Rodrygo. Gavi hizo falta a Toni Kroos, que Gil Manzano no pitó, y Fermín envió el balón al palo. Gil Manzano ha desquiciado a los jugadores blancos; el mínimo roce a un jugador del Barça pita y al contrario no. También hay que citar un posible penalti de Tchouaméni sobre Araújo, al borde del descanso, que no lo pitó. Un pase de Kroos a Dani Carvajal que remató al lateral de la red. El gran protagonista de la primera parte estaba siendo el colegiado extremeño, aunque eso no quita citar que el Real Madrid ha tenido una muy mala primera parte; mucho tendría que mejorar el Madrid si quería ganar este partido.
La segunda mitad comenzó con el Madrid presionando más arriba y creando ocasiones de gol. Un pase en profundidad a Rodrygo, que tenía solo a Vinícius en el segundo palo, y Rodrygo decidió chutar y salió muy arriba. El Barça también tuvo una clara ocasión con Ferran. El partido cambió radicalmente con la entrada de Eduardo Camavinga tras la lesión de Mendy. Fue un chip y cambio de inflexión en el Clásico.
En el minuto 68 emergió la figura del mejor jugador del mundo en este momento. Un disparo desde fuera del área entró por toda la escuadra. A partir de ahí, el equipo comenzó a dominar totalmente el encuentro y llegaron las ocasiones. Una internada de un Camavinga por la izquierda, en la que Araújo le hizo un placaje de rugby, fue un penalti clarísimo que Gil Manzano no pitó.
Joselu tuvo otra oportunidad dentro del área, pero estuvo lento al armar la pierna, y en el minuto 92, un pase de Carvajal a Modrić tocó el croata y Bellingham, viniendo desde atrás, marcó por debajo de las piernas del portero, marcando su gol número 13 en 13 partidos. Impresionante. Bellingham ha dejado su sello en su primer clásico en la liga; sin duda, es el mejor jugador del mundo. Una manera brillante de silenciar a toda Barcelona. El Madrid sigue líder a 4 puntos del Barça.