El madridismo tiene motivos para estar muy cabreado con el arbitraje de González Fuertes en el Real Madrid-Granada. El árbitro se comió un claro penalti de Miquel sobre Bellingham. Estuvo atendiendo al VAR, con cada toma más clarividente, pero Martínez Muneura hizo caso omiso y no le hizo ir a la pantalla. Penalti de libro.

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Periodista deportivo con más de 10 años de experiencia en redacción de artículos online. Llevando la dirección de varias páginas. También con experiencia narrando partidos de fútbol en varias emisoras de radio y cubriendo eventos en directo.

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