El Real Madrid de Sergio Scariolo ha sufrido una dolorosa derrota en su visita al Buesa Arena, cayendo por 105-100 ante el Baskonia en un partido que tenía completamente controlado. El equipo blanco, que firmó una primera parte espectacular llegando a disfrutar de una ventaja de 20 puntos, se vio superado por la reacción local tras el descanso y su falta de acierto en el tramo final decantó la balanza. Las brillantes actuaciones de Trey Lyles (24 puntos y 30 de valoración) y Facundo Campazzo (18 y 21) no fueron suficientes para evitar el tropiezo.

​El arranque del Madrid fue un auténtico vendaval. Tras unos primeros minutos de tanteo, los de Scariolo ajustaron la defensa para anular el juego de transición del Baskonia y desataron un recital ofensivo, anotando 34 puntos en el primer cuarto. La figura indiscutible fue un impecable Trey Lyles que, saliendo desde el banquillo, anotó 13 puntos sin fallo, incluyendo tres triples. A su exhibición se sumaron las buenas aportaciones de Krämer y Bruno Fernando para cerrar un primer acto de ensueño (18-34).

​La máxima ventaja del partido llegó al inicio del segundo periodo (20-40), pero fue entonces cuando comenzó la reacción vitoriana. El Baskonia, liderado por Forrest y Samanic, elevó su agresividad defensiva y encontró el acierto exterior que le había faltado. Pese a que el Madrid bajó sus prestaciones atrás, logró aguantar el tirón gracias a los puntos de Campazzo (8), Hezonja (10) y Deck (4), llegando al descanso con una renta de nueve puntos (49-58).

​Tras el paso por vestuarios, el Madrid se dedicó a defender su ventaja, pero el Baskonia no cejó en su empeño. El arreón final de los locales llegó en los últimos tres minutos del tercer cuarto, cuando encadenaron tres triples consecutivos —dos de Luwawu-Cabarrot y uno de Samanic— para empatar el choque a 75. Lejos de dejarse intimidar por el ambiente, el Madrid respondió con carácter: dos triples, uno de Campazzo y otro de un infalible Lyles (4/4), permitieron a los blancos entrar por delante al último cuarto (77-81).

​Sin embargo, el guion del partido dio un giro radical en el periodo decisivo. El Baskonia encontró una fluidez y un acierto del que careció el Madrid cuando más lo necesitaba. Luwawu-Cabarrot puso a los suyos por delante por primera vez, y un posterior parcial de 9-0 resultó definitivo. A pesar de los intentos finales, el Real Madrid no pudo revertir la situación y consumó una derrota tan inesperada como dolorosa.

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Aprendiz de periodismo deportivo. Mi padre me inculcó la cultura futbolística desde pequeña. Apasionada de la literatura.

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