El Real Madrid se enfrenta a una paradoja en su juego ofensivo. Aunque el club blanco es reconocido por su capacidad goleadora—promediando casi 3 goles por partido en el Bernabéu—las estadísticas revelan una ineficiencia preocupante. De ser efectivo, eso sí, Mbappé ya se elevaría muy por encima de los 30 goles y Vinicius llevaría más de 20.
Actualmente, el equipo ocupa el puesto 49 entre los equipos de las cinco grandes ligas europeas, con un ratio de 0,30 goles por disparo a puerta. Este porcentaje lo sitúa al mismo nivel que equipos como Leganés, Angers y Hellas Verona.
El dato llama la atención de los analistas, ya que a pesar de generar un alto número de disparos, el Real Madrid falla en concretar muchas de sus ocasiones de gol. En un reciente encuentro contra el Girona, el equipo blanco realizó 14 tiros a puerta y solo logró marcar 2 goles, lo que evidencia la brecha entre producción ofensiva y eficacia en la finalización.

Esta ineficiencia podría costarle caro al club en una temporada tan competitiva, donde cada gol es fundamental para alcanzar los objetivos deportivos. Los aficionados y expertos coinciden en que, si bien la capacidad para generar ocasiones es notable, la puntería y la toma de decisiones en el último tercio del campo necesitan una mejora urgente.
El informe está en manos de Ancelotti
El Real Madrid deberá trabajar en afinar su precisión en el disparo para aprovechar mejor las oportunidades creadas en cada partido. La apuesta por entrenamientos específicos y la revisión de tácticas de finalización serán cruciales para revertir esta tendencia negativa.

La temporada aún es larga, y el club cuenta con la calidad necesaria para superar este desafío. La clave estará en traducir el volumen de ataques en goles decisivos, reafirmando la identidad ofensiva que ha caracterizado al equipo en los últimos años.