Un nuevo doblete de Kylian Mbappé le da los tres puntos al Real Madrid en Bilbao y acaba con la malísima racha liguera de tres partidos sin conocer la victoria de forma consecutiva. 0-3… pero con el caro peaje de ver lesionados a Trent y Camavinga.
El Real Madrid de Xabi Alonso tenía un «match-ball» en Liga para evitar que el Barça de Hansi Flick se escapase. El de Tolosa, con el «rún-rún» por los tres empates seguidos en Liga, se la jugaba en La Catedral ante el Athletic Club. Jugar uno de esos clásicos de LaLiga, ante los leones y en casa de los leones, era una prueba de mucho nivel para saber qué futuro cercano le esperaba al míster vasco. Su País Vasco natal le dio la mejor de las noticias con el resurgir de los suyos en Bilbao.

Poco se tuvo que ver del partido para saber que el Real Madrid iba a salir a jugar en San Mamés con otra cara, totalmente distinta, de lo visto en Vallecas, Elche y Girona. Los blancos, con su blanco impoluto, apagaron el ambiente inicial en La Catedral a base de buen fútbol. Primero perdonó Mbappé, luego perdonó Vinicius y el gol parecía ser cuestión de minutos.
Llegó en el 6′, tras una asistencia magistral de Trent Alexander-Arnold, y fue por medio de un Mbappé – desatadísimo – que quería asaltar Bilbao a lo grande. El primer gol, toda una obra de arte, llegó por un pase preciso y precioso del futbolista inglés, tiralíneas, para que el de Bondy hiciese una jugada cristianesca y firmase un remate ronaldesco, como O Fenómeno, para poner el 0-1.

En Bilbao hay que sufrir y los de Xabi iban con la lección aprendida, pese a lo abultado del resultado, y dicho y hecho. A San Courtois le tocó hacer un par de milagros y a la pareja Rüdiger-Militao le tocó apretar los dientes para evitar males mayores de los rojiblancos. Una vez pasó la tormenta, el Real Madrid se asentó con un fútbol de rock & roll y con toques de casi todos los futbolistas encontró el 0-2 en una jugada magistral.
Este sí que era el «rock & roll» prometido por Xabi Alonso y lo disfrutó el madridismo en una acción coral que terminó con dos remates de cabeza dentro del área, de palo a palo de Unai Simón, para ver como Mbappé asistía a Camavinga y marcaba el segundo antes de ir al descanso. Al regresar al verde siguieron los goles… y se sumaron dos malas noticias.

Primero cayó Trent, que por un mal despeje, sintió molestias musculares y tuvo que retirarse del verde para ser atendido, directamente, en los propios vestuarios. Unos minutos más tarde fue el turno de Camavinga que se dobló el tobillo y dejó su sitio a Arda Güler. La buena noticia, dentro de lo negativo, pasaba por ver a ambos yéndose por su propio pie. Los dos acabaron sustituidos y quedándose en duda para jugar contra el Celta en el Bernabéu y contra el City también en La Castellana en el próximo partido de Champions League.
Entremedias, llegó el 0-3 por medio de Kylian Mbappé con un zapatazo que ajustó al palo largo de Unai Simón y que le confirmó, con un doblete, como el Rey León de Xabi. El Real Madrid apagó el incendio, a base de golazo limpio, y el madridismo vuelve a sonreír.
