Serge Ibaka volvió ayer al WiZink Center con el Bayern Munich. Antes del partido, le preguntaron si le gustaría fichar por el Real Madrid, y contestó: «Ya veremos», además de lanzar un «nunca digas nunca» a ese posible regreso.
Ibaka jugó en el equipo blanco en la temporada 2011-2012, durante el parón de la NBA. El pívot jugó 7 partidos con el Real Madrid hasta que se reinició el campeonato americano al llegar a un acuerdo con el convenio de los jugadores.
Ibaka ha jugado 14 años en la NBA, siendo uno de los mejores defensores de la liga americana y uno de los mejores taponadores. Este verano no tuvo ofertas de ninguna franquicia y decidió volver a Europa.
Eligió al Bayern de Múnich por Pablo Laso, a quien conoció en 2011 cuando fichó temporalmente por el Real Madrid.
Además, Ibaka destacó que Laso es muy buena persona y el mejor entrenador de Europa. «Nada más hay que ver todo lo que ganó con el equipo blanco: 22 títulos, entre ellos 2 Euroleague», comentó Ibaka.
Este verano, Ibaka ya sonó para fichar por el equipo blanco, pero el club consideró que los puestos de 4 y 5 estaban muy bien cubiertos con Tavares, Poirier, Yabusele, Ndiaye y Hezonja. Sin embargo, en el futuro no se sabe.
De hecho, Chus Mateo lo tiene en su lista de futuribles. De momento, Tavares y Poirier no han renovado y acaban sus contratos al final de la temporada. Quién sabe si alguno de los dos no renueva; Ibaka sería un muy buen recambio.