La sala VOR de la Champions League entró para valorar una jugada clave.
Zhegrova lanzaba de falta, de manera directa, desde la frontal del área. Su chut rebotaba en la mano de Camavinga, de manera desafortunada, y al árbitro le avisaban de esa pena máxima que, viendo la repetición, parecía clara.
La mano de Camavinga se transformó en el 1-0 para el Lille ya que Jonathan David batió a Andriy Lunin en el lanzamiento del penalti.
El Lille, con ese tanto, se iba ganando al descanso y confirmaba sus últimos buenos minutos en el primer acto. Sin apenas inquietar a Chevalier y viendo como Lunin repetía paradones, como en el curso pasado, para salvar a los suyos.