El arresto del árbitro de la Euroliga, Uros Nikolic, por posesión de 250.000 euros en efectivo en su apartamento ha escalado de ser un escándalo financiero a una grave operación policial internacional. Según el medio serbio Blic, la detención de Nikolic está directamente vinculada a una investigación por sospechas de conexión con un grupo de crimen organizado.
La Euroliga ha emitido un comunicado dejando clara su postura: «Tras los hechos, la máxima competición continental ha emitido un comunicado oficial en el que anuncia la suspensión del árbitro hasta que se resuelva el caso», apuntaron.
Conexión con presuntos crímenes graves
El caso es mucho más grave de lo que parecía inicialmente. La policía serbia detuvo a un total de diez personas, con cargos que incluyen un presunto asesinato e interrupción del orden público. Nikolic, que pertenece a este grupo de sospechosos, tiene previsto comparecer ante la Fiscalía de Delincuencia Organizada de la República de Serbia este mismo jueves.
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— Basketballmaniacs_ (@bballmaniacs_) October 23, 2025
La figura de un árbitro de la máxima competición europea de baloncesto implicado en crímenes de esta magnitud ya es una noticia devastadora para la integridad del deporte.
El detalle del llavero del Barça agrava la polémica
Mientras el entorno baloncestístico digiere la gravedad de las acusaciones, el foco en España se ha puesto en un detalle que aviva la eterna polémica sobre la transparencia arbitral: el árbitro detenido portaba un llavero del FC Barcelona.
Este suceso, en pleno auge del ‘Caso Negreira’ en el fútbol, proyecta una sombra más oscura sobre la credibilidad del arbitraje en las grandes competiciones europeas y la falta de «respeto» hacia el Real Madrid.

