El FC Barcelona ha sacado adelante su compromiso en Liga… con un nuevo escándalo arbitral. 1-2 con la transformación del penalti de Robert Lewandowski en el último suspiro ante el Celta de Vigo.
Los azulgranas tuvieron una doble oportunidad para marcar desde los once metros. Un penalti (muy discutible) sobre Lamine Yamal, que se pitó, y una repetición del lanzamiento que no admite discusión ya que Vicente Guaita estaba en posición adelantada.
El problema y el escándalo viene al ver cómo se lanzó el segundo penalti. Lewandowski lo transformó de manera ilegal, ya que se debió repetir por segunda vez consecutiva, con un jugador del Barça (Rapinha) invadiendo el área antes del disparo. Un gol en el 97′ que debió repetirse.