El recibimiento de los aficionados del Barça antes de medirse al PSG ha sido histórico.
Histórico para mal. Rematadamente mal. Un sector muy elevado de ultras, al grito de «p*** PSG» se equivocó en la entrada de los autobuses a Montjuïc y apedreó al de su propio equipo en la llegada al recinto.
Allí mismo las cámaras desplazadas captaron el lanzamiento de varias piedras y botellas de seguidores del Barça al propio autobús que transportaba a los azulgranas. Se pensaron que era el del PSG y la antideportividad les jugó una mala pasada.
Previamente ya dieron la nota con cánticos deleznables contra Vinícius Júnior o el Real Madrid.