El Real Madrid perdió la final de Copa del Rey (3-2) ante el FC Barcelona con un error fatal que aprovechó Jules Koundé para llevar el título a la Ciudad Condal. El encuentro acabó de la peor manera posible con un Rüdiger al que tuvieron que frenar en el intento de agredir a Ricardo de Burgos Bengoetxea en los últimos segundos de partido.

Carlo Ancelotti sorprendía dejando a Kylian Mbappé en el banquillo, por sus persistentes molestias, pese a ser una finalísima contra el FC Barcelona. Sin embargo, sacó a Ferland Mendy de inicio pese a no tener ritmo ni rodaje de competición desde el derbi de Champions. Lo pagó con el lateral ya que en el minuto 8 debía entrar Fran García por una nueva lesión muscular. Por otro lado, también apostaba por el 4-4-2 con Ceballos y Rodrygo como titulares en La Cartuja.

La final empezó con los pertinentes pitidos de la afición del Barça y de manera muy caldeada, en los prolegómenos del encuentro, por todo lo acontecido en la previa del Clásico de Copa del Rey. El duelo empezó con dominio total del FC Barcelona y los azulgranas golpearon primero en el electrónico de Sevilla.

Más de un 70% de posesión para los azulgranas y 1-0 en el marcador, tras avisar por partida doble por medio de Lamine Yamal y de Koundé – la segunda con una gran parada de Thibaut Courtois. El Real Madrid no apareció en ataque, salvo la jugada previa al gol que abría el marcador. Un pase de Bellingham a Vinicius fue cortado de manera magistral por Cubarsí que lanzó el contragolpe y entre Lamine y Pedri fabricaron el primer gol que subió al marcador en territorio hispalense.

El gol activó al Real Madrid y empezó a comparecer en el choque de Copa, tras el 1-0, con alguna que otra oportunidad sobre la meta azulgrana. La más clara, al borde del descanso, con un penalti de Íñigo Martínez sobre Vinicius anulado por fuera de juego. A su vez, Ancelotti mandó a calentar a Kylian Mbappé y lo sacó al iniciar la segunda mitad.

El Madrid mejora y le da la vuelta

Los buenos minutos finales del primer acto prosiguieron en el inicio del segundo y la contienda cambió por completo. El Barça llegaba con menos claridad y Ancelotti detectaba otro de los problemas del equipo quitando a Lucas para dar entrada a Arda Güler y moviendo a Fede Valverde al lateral derecho. Modric entraba por Ceballos y el Madrid mejoraba sus prestaciones en el verde.

Primero gozando de una doble ocasión de Vinicius, a los mandos de Jude Bellingham, mientras que Szcesny sacaba una buena mano. Mbappé y el propio jugador de Río de Janeiro daban juego de ataque al alza para los de Carletto y buscaban el empate de manera persistentemente. Hasta que llegó un mano a mano de Mbappé que acababa en falta (y tarjeta amarilla – que era roja) de Frenkie de Jong.

Final de postal

En el minuto 69′, de libre directo, Kylian Mbappé marcaba el 1-1 en La Cartuja. Un auténtico golazo para igualar la final y para hacer justicia por lo que se estaba viendo en el segundo tiempo. Fue el inicio de la reacción madridista ya que en el 76′ marcaba Tchouaméni el 1-2 de cabeza en un centro de Arda Güler que pilló desprevenida a la defensa culé. La alegría iba por barrios y diez minutos después llegaba el 2-2 de Ferran Torres en un gran pase de Lamine Yamal al delantero y por una salida totalmente en falso de Courtois. La final era de postal.

Con todo el ruido mediático desatado en las últimas horas se pudo acabar con la polémica del siglo. Bengoetxea, en primera instancia, señaló penalti de Asencio sobre Raphinha. El VAR le avisó del piscinazo del futbolista brasileño del Barça y corrigió la decisión inicial para dejar sin pena máxima esa jugada mandando el partido a la prórroga.

En la primera parte de la prórroga en La Cartuja hubo mucha brega. Como en 2011, el Real Madrid y el Barça lo vivieron a máxima tensión y solo hubo una ocasión clara, la de Ferran en el 104′, que se iba por muy poco.

Koundé pone el 3-2 en un error fatal

La segunda iba camino de lo mismo, a máximo voltaje, y lo decidió un error fatal del Real Madrid. El pase de Modric a Brahim lo cazaba Koundé desde fuera del área que sacaba el disparo de su vida y marcaba el 3-2 definitivo para darle la Copa del Rey al FC Barcelona, tumbándole en la final, en La Cartuja. La final se acabó con tarjeta roja para Rüdiger por tirarle objetos desde el banquillo a Ricardo De Burgos Bengoetxea, totalmente fuera de sí, acabando el partido de la peor manera posible. E incluso se llegaron a contabilizar múltiples tarjetas rojas que el árbitro deberá apuntar en el acta una vez finalizado el encuentro. ¿Fin de ciclo de Ancelotti? El tiempo lo dirá, pero lo que sí que se puede decir es que el fútbol fue muy injusto con el Real Madrid…

Share.

Periodista deportivo con más de 10 años de experiencia en redacción de artículos online. Llevando la dirección de varias páginas. También con experiencia narrando partidos de fútbol en varias emisoras de radio y cubriendo eventos en directo.

Leave A Reply